Los trabajadores del servicio de limpieza propusieron ayer al ayuntamiento que sea el que aporte el dinero, unos 30.000 euros, que hay de diferencia entre lo que reclaman ellos a la empresa Cespa y lo que les ofrece ésta, lo que contribuiría a desconvocar la huelga que tienen convocada a partir de la medianoche del lunes con carácter indefinido para reivindicar, entre otras medidas, un aumento salarial. Sus peticiones también hacen referencia al vestuario y materiales.

La plantilla, formada por 31 trabajadores, negocia, a través de los sindicatos, desde hace diez meses, un convenio en el que se incluya un incremento de los salarios y que tenga tres años de vigencia frente a los dos que aceptaría la empresa, Cespa. La secretaria del sector servicios a la comunidad de la Federación de Servicios Públicos de UGT Extremadura, Elena Carretero, explicó ayer que reivindican una subida durante el primer año igual a la del IPC del año anterior, más un 16% de la tabla salarial y una paga extraordinaria en marzo. Después durante el segundo y tercer año, el salario subiría en relación al IPC más un 0,5% de la tabla salarial. En total sería un alza del 33%.

PROPUESTA DE CESPA Por su parte, la empresa, según Carretero, les ha ofrecido un incremento del 4,2% más el 70% de la paga extraordinaria durante el primer año, y un 4% más el 95% de la paga extraordinaria para el segundo año. Otro de los responsables de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Manuel Aguilar, señaló que la diferencia económica entre lo que ellos piden y lo que oferta la empresa serían esos 30.000 euros anuales.

EL ARGUMENTO Carretero aseguró ayer en Almendralejo que "el ayuntamiento, con superávit, debería asumir su parte de responsabilidad, ya que no les cuesta nada sacar estos 30.000 euros --que para la empresa, que es una filial de Ferrovial, tampoco significaría nada-- de algún sitio". "Nos da igual quién ponga el dinero, el caso es que lo pongan", señaló. También resaltó que el aumento salarial no tiene que implicar un incremento de las tasas de la basura. "Hace poco subieron las tasas y no repercutieron en los trabajadores", añadió.

"Lo único que queremos es que los trabajadores tengan un salario digno y que esté acorde con el trabajo que están desempeñando; es muy duro estar detrás de un camión con el olor y por la noche", comentó.

Según los datos aportados por los sindicalistas, un conductor cobra en la actualidad 930 euros mientras que en el 2003 --año en el que se privatizó el servicio-- su sueldo era de 1.300 euros. Según estos datos comparativos, más reducido es el salario que percibe un peón, que solo gana ahora unos 800 euros. "Cuando cerramos el primer convenio con la empresa nos preocupamos porque los trabajadores pasaran a tener contratos fijos y se comprometieron a que en el siguiente se subirían los sueldos, y ahora no lo están cumpliendo", les reprochó Elena Carretero.

LA HUELGA SIGUE Los trabajadores aseguraron también ayer que la huelga sigue convocada y que no la van a desconvocar. La delegada del UGT señaló, por su parte, que la empresa no les ha dado margen de maniobra, ya que les ha dicho:"Lo toman o lo dejan". "A ellos no les importa que haya una huelga de basura en la ciudad, pero a nosotros sí, porque durante el tiempo que dure los trabajadores no cobrarán su sueldo", subrayó Carretero.

"La empresa no nos ha dado más opción que llegar al huelga, nosotros siempre estamos dispuestos a negociar, pero sus propuestas son insuficientes y ello a pesar de llevar diez meses negociando, por ello pedimos paciencia a la población, pues los primeros a los que no gusta esta medida es a nosotros", añadió.

Actualmente, la plantilla de la empresa mixta de limpieza está compuesta por 31 trabajadores --cinco de ellos con contrato temporal-- y cuando el servicio lo gestionaba el ayuntamiento eran, informan, 15. Su jornada laboral es de 36 horas y media semanales. Según comentaron ayer, al día de hoy recogen unas 40.000 toneladas de basura al año y antes eran 10.000.