Trabajo para el Romanticismo

Este año, el ayuntamiento ha apostado mucho más fuerte que en la primera edición y pretende que se convierta en un acontecimiento "grandioso" para la ciudad y su comarca.

Por ello, se han involucrado a diferentes colectivos. "A cada uno de ellos se le ha destinado un trabajo", explicó la concejala de Cultura, Victoria Pérez. Por ejemplo, los alumnos de la escuela taller llevan tres meses construyendo el decorado con el que se adornarán los comercios del centro.

Desde noviembre, la última planta del teatro Carolina Coronado se ha convertido en un taller de costura. Diez mujeres elaboran los trajes que se pondrán quienes participen en el cortejo. Llevan realizados más de 400 trajes y aún les quedan por rematar muchos.

"Vamos contrarreloj. Es mucho trabajo, cosemos todo el día y aún nos quedan por hacer un montón" asegura la diseñadora Luisa Santos, quien ha confeccionado los vestidos sin repetir ningún modelo.

Otro de los colectivos implicados ha sido la asociación cultural Ventana Literaria. Algunos de sus componentes harán de actores por primera vez en las recreaciones que se harán en cada parada de la ruta.

La música también cobrará protagonismo en la ruta. La banda municipal ha tenido que preparar un repertorio para dar un concierto de marchas para acompañar al séquito.

Los talleres de baile de salón de la universidad popular acogen desde hace meses los ensayos del vals que se bailará en el parque de la Piedad, y 22 alumnas de la escuela de ballet acompañarán con pasos a Teresa Mancha (amante de Espronceda) hasta el teatro.

Además, hay que añadir al Consejo Local de la Mujer, que representa al pueblo, a los comerciantes que abrirán ya por la mañana con sus tiendas decoradas y ataviados con los trajes, y al cocinero, Manuel Físico, que preparará comida para unas diez mil personas como clausura del espectáculo.

La ruta será el sábado 5 de mayo. Todos ultiman los detalles y la ciudad ya se engalana para regresar a su época más romántica.