Un año ha pasado ya desde que José María Ramírez (Almendralejo, 1960) volviera a tomar el bastón de mandos del Ayuntamiento de Almendralejo en esta su segunda etapa como alcalde. Sin duda, el primer año de legislatura lo ha marcado la crisis del covid-19, una situación nueva para todos sobre la que hablado con este periódico.

--¿Cómo valora la gestión realizada por el gobierno municipal para afrontar esta crisis?

--Considero que hemos dado la talla. Hemos movilizado todos los recursos de los que disponíamos y hemos reaccionado bastante rápido ante problemas muy desconocidos. La primera etapa del estado de alarma ha sido, quizá, la más difícil porque todos los ayuntamientos íbamos a ciegas, pero supimos reaccionar con prontitud y sin errores graves. Hemos sido prudentes con las decisiones y pioneros en algunas actuaciones como la desinfección de calles o el reparto de alimentos a domicilio a los alumnos de comedores escolares evitando salidas innecesarias.

--¿Cómo afecta y trastoca a los planes que tenía el gobierno?

--Está claro que esta crisis marca la legislatura. Primero, porque no ha acabado y, segundo, porque no sabemos cuándo termina. Para los que llegábamos nuevos a los ayuntamientos, la crisis ha llegado en ese momento en el que íbamos a adquirir velocidad de crucero con los proyectos. Nos quedamos con las ganas, por ejemplo, de haber presentado el nuevo formato del Salón del Vino que estoy seguro iba a ser un éxito.

--El coronavirus ha pasado muy de puntillas por Almendralejo. ¿Hemos tenido suerte o hemos sido responsables?

--Es cierto que, si nos comparamos con otras zonas, hemos tenido poca incidencia. Aquí los casos se han dado en domicilios particulares y no en residencias. Se puede decir que, hasta el momento, sí ha pasado de puntillas el virus. Algo de suerte puede haber, ya que los contagios se producen en cualquier lugar, pero también se han hecho bien las cosas. En las residencias de mayores, por ejemplo, se ha trabajado muy bien y se han evitado contagios. En líneas generales, la población correctamente.

--Usted ha ido visitando a los colectivos que han estado en primera línea de batalla. ¿Qué le han dicho?

--Pues hay, fundamentalmente, cuatro grupos. Por una parte, el voluntariado, que ha puesto todos sus recursos al servicio municipal. Por otro lado, los cuerpos de seguridad, que me transmiten que, salvo excepciones, Almendralejo ha tenido un comportamiento modélico. En las residencias hemos corroborado lo que ya sabíamos, es decir, el buen trabajo de las gerencias implantando medidas rápidas y eficaces, y el gran compromiso de sus trabajadores aceptando de buen agrado el trabajar más y saber que estaban expuestos al peligro. Y luego están los centros sanitarios, que han estado a diario trabajando por dentro, con otros métodos, pero sin faltar ni un día.

--Como político, ¿qué ha aprendido de esta crisis?

--Mi conclusión es que existe mucha solidaridad y responsabilidad cuando nos enfrentamos a situaciones tan graves como esta. Ha habido mucha concienciación en todos los sectores y los servicios municipales, por ejemplo, se han volcado en todas sus parcelas. 24 horas todos los días.

--¿Y a nivel personal?

Realmente, soy una persona de salir poco y no me ha supuesto un gran sacrificio quedarme en casa. Tengo suerte de tener un hogar amplio y somos pocos. Pero sí he pensado mucho en esas familias de muchos miembros en pisos reducidos, en muchos casos con niños. O en esos mayores que tenían un miedo lógico al saber que eran el grupo de mayor riesgo.

--Primer año de legislatura. Al margen del covid-19, ¿en qué ha cambiado el ayuntamiento?

--Estamos cumpliendo nuestro lema de abrir las puertas del ayuntamiento, dar transparencia y escuchar a la gente. También de mantener una labor de diálogo con otras administraciones que se había perdido y que está dando frutos en forma de proyectos. Hemos fortalecido áreas como el parque de obras y Servicios Sociales. Y ahora tenemos por delante el proyecto Almendralejo También Suma para combatir esta crisis.

--En ese plan, hay ayudas directas a empresas. ¿Cómo serán?

--Hemos aprobado una línea de ayuda para empresas de hasta 25 trabajadores que subvenciona hasta el 100% de gastos con un límite de 1.000 euros. Son gastos no inventariables en materia de higiene, mamparas o adaptación en aplicaciones electrónica, por poner algunos ejemplos. Pretendemos dar una ayuda de muy ágil respuesta y tenemos la opción de ampliar los 200.000 euros iniciales con ayuda de la diputación.

--La campaña de la vendimia es un momento decisivo en mitad de esta pandemia. ¿Cómo controlarán a los temporeros?

--Hay que decir que son importantes porque sin ellos no podríamos recolectar todo el fruto. Sabemos que suelen venir gente asentada en la ciudad y otros que rotan por distintas provincias. Y podrán venir también de Europa. No podemos prohibirlo, pero, sin embargo, preocupa porque estas personas suelen tener comportamientos sociales que les lleva a mantener contactos directos fuera del ámbito laboral. Estaremos muy vigilantes, pero está claro que existe el riesgo.

--Con respecto a los proyectos más inmediatos, ¿cómo está el nuevo Plan General Municipal?

--Pues tiene que haber una última aprobación en pleno, abrir el periodo de exposición pública y que la Junta lo apruebe de manera definitiva. Creo que antes de final de año se llevará a ese pleno definitivo.

--Por último, el covid-19 sigue ahí. ¿Qué le dice a sus vecinos?

--Pues que sigamos las recomendaciones sanitarias y no nos relajemos. El sistema sanitario está ahora más preparado por si hay un rebrote, pero corremos el riesgo de una gran regresión si no hacemos las cosas bien. Y eso sería algo desastroso desde el punto de vista sanitario y moral, pero una puntilla tremenda en lo económico. Por eso, les pido que sigamos siendo responsables hasta que acabe la crisis.