Los vecinos del bloque de viviendas conocido como Las 300 , situado en la avenida de Goya, entregaron ayer en el ayuntamiento más de 200 firmas pidiendo el cierre definitivo del bar que hay en los bajos de uno de los portales. Los vecinos de estas viviendas aseguran que en dicho establecimiento, regentado por una joven de nacionalidad rumana, hay constantes peleas, excesivo ruido y sus usuarios les amenazan cuando les muestran sus quejas.

Según una de estas vecinas, la convivencia con los clientes del bar "era insostenible, hasta el punto de robarles la ropa de los tenderetes". En repetidas ocasiones han llamado a la policía por las situaciones violentas que se producían entre los propios clientes del bar. En este establecimiento se produjo una pelea el pasado 13 de septiembre, que se saldó con tres detenidos y tres heridos de gravedad, todos de nacionalidad rumana.

Desde ese día, el bar ha estado cerrado porque, según ha podido saber este diario, su dueña viajó hasta Rumanía. Ayer, después de que los vecinos entregarán las firmas en el registro municipal, ésta recibió un escrito del ayuntamiento en el que se le prohíbe abrir el local al no tener la licencia de apertura, a pesar de que la solicitó hace tiempo y aún no se la han concedido.

Por su parte, el ayuntamiento aseguró, tras reunirse con estos vecinos, que se ha abierto un expediente de investigación del bar para ver cuál es su situación y si se debe cerrar definitivamente como piden los vecinos, una decisión que solo podría llevarse a cabo mediante un decreto de la Alcaldía.