Las carreteras, caminos y salidas a bodegas se llenan durante estos días de tractores y remolques cargados de uva en plena campaña de la vendimia.

Algunos agricultores llevan casi un mes vendimiando, aunque otros se han incorporado hace apenas dos semanas. Los agricultores, a diferencia que algunas organizaciones agrarias, indican que la producción de este año podría bajar con respecto a la de la campaña anterior entre un 10% y 20%. «Este año viene una campaña con uva de muy buena calidad porque hemos tenido una primavera lluviosa y no ha habido enfermedades en la planta. Por ese lado estamos satisfechos. Sin embargo, tenemos que decir que, en general, hay menos uva. Hay que tener en cuenta que hemos tenido un otoño muy seco, sin apenas lluvia, y menos mal que la planta se ha recuperado más en primavera», apunta Isidro Hurtado, presidente de la comunidad de regantes, a este periódico. De hecho, las lluvias en primavera han podido salvar la campaña de este año, pero los agricultores insisten en que hay menos uva.

Si los que trabajan a pie de campo consideran que la producción de uva ha descendido, de lo que no hay duda es del descenso notable de la producción de aceitunas. El pasado año hubo una cosecha tildada de «excepcional», pero para este el descenso con respecto al año anterior podría situarse en el 80% aproximadamente.