Son tiempos para reinventarse y los almendralejenses no pierden el tiempo durante el estado de alarma. La imposibilidad del contacto personal ha obligado a la proliferación de las videollamadas y videoconferencias, herramientas que han existido desde hace mucho tiempo, pero que parecen haberse puesto de moda desde hace un par de semanas. Y no diferencia ni de clases sociales ni de edades.

El alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, ha sido de los primeros en lanzarse a la piscina. Primero, dio la primera rueda de prensa por redes sociales de la historia del consistorio (para hablar de los efectos del covid-19) aprovechando el Facebook oficial del ayuntamiento, e incluso admitió preguntas en directo por whatsapp a los periodistas. Y, acto seguido, anunció que las comisiones informativas y la sesión plenaria del mes de marzo (prevista para el próximo martes) se harán por videoconferencia.

Pero no ha sido el único, los empresarios también ponen de moda, con reuniones constantes, las videollamadas. Una de las más sorprendentes fue la del grupo BNI Desafío Almendralejo. Acostumbrados a reunirse cada martes, a las 6.45 horas de la mañana en el Hotel Acosta Centro, el confinamiento global les impedía hacer negocio por referencias, como están acostumbrados. Pero la tecnología ha regateado a los obstáculos. Más de sesenta empresarios se conectaron a las siete de la mañana del pasado martes a través de la plataforma Zoom para hacer una videoconferencia.

«Recomendamos que para hacer un evento virtual así se cuiden los detalles como vestirse para asistir una reunión habitual, tener controlado bien el sonido del dispositivo, dar una imagen de calidad y cuidar la luz para facilitar el visionado», puntualiza Juan Carlos Navia, de Gaia Media.

Las posibilidades para hacer este tipo de encuentros virtuales son infinitas, aunque Skype, Zoom, Dúo, Hangouts o Instagram suelen ser las aplicaciones más utilizadas,

En el caso de los jóvenes, la red de Instagram es la gran referente, tanto para colgar imágenes como para hacer directos. Ahora, permite, además, hacer directos entre personas, es decir, hacer pública para todos los demás una videollamada. Muchos aprovechan para encender la cámara, invitar a una persona a compartir su imagen y, juntos, responder a las preguntas de la audiencia.

Por las casas y empresas de hoy día se multiplican las videollamadas. Al amigo, al hijo, al abuelo, al padre o, incluso, a esa persona que hace meses que no llamas. Lo que antes hacíamos con una llamada de sonido, ahora precisa del vídeo. Hay que estar a la moda.