A partir del mes de enero, con la llegada de seis nuevos agentes a la jefatura de la policía local, se incrementará la vigilancia del cumplimiento de las ordenanzas municipales. Se seguirán más de cerca las relacionadas con los animales de compañía y los excrementos que éstos dejan en la calle, con la publicidad que las empresas dejan en las casas que están cerradas y con el depósito de los residuos sólidos urbanos depositados en los contenedores fuera del horario.

Las sanciones que puede imponer el ayuntamiento por el incumplimiento de alguna de las ordenanzas municipales oscila entre los 150 y los 450 euros.