Comenzaron la campaña a finales de septiembre en las antiguas instalaciones de Vinibasa y el primer fin de semana de diciembre, Viñaoliva trasladó la actividad a la nueva planta de gestión de subproducto vínico para hacer alcohol para uso industrial y aguardientes también para uso de boca a nivel industrial que ha construido en Almendralejo y en la que tratará en su primer año de funcionamiento casi 27 millones de litros de productos (lías y orujos).

Esta es la cantidad que la empresa ha cerrado con sus socios y la que marca la Organización Común de Mercado (OCM). Según el gerente de Viñaoliva, Miguel Castañeda, hace dos días acabaron con la quema de orujo, inmediatamente se han puesto a trabajar con las lías y prevén que para finales de este mes empiecen ya a hacer los destilados de uso de boca a partir del vino. "Es el proceso que hemos cerrado con los socios en relación a la OCM, por lo que creemos que cerraremos con poco menos de 27 millones", señaló. En estos primeros meses solo han entrado mercancías de los 27 cooperativistas que forman parte de Viñaoliva, aunque para el futuro "depende de como se comporte el mercado", señaló.

NUEVA ALCOHOLERA Viñaoliva decidió construir la nueva alcoholera, lejos del casco urbano, para poder seguir con su productividad tras las quejas de los vecinos y de varios colectivos por los olores que desprendían las instalaciones Vinibasa, ahora cerrada. han levantado esta nueva planta a poco más de seis kilómetros de la localidad, en la carretera de Arroyo San Serván. Ocupa una superficie de unos 100.000 metros cuadrados, de los que en 60.000 está la planta y en el resto las balsas donde "irán echando todo el agua pre-depurada que se le quita al vino cuando se empiece a elaborar los destilados", explicó Castañeda, para quien lo único que han hecho es "trasladar algo fuera del pueblo, que antes estaba en su casco urbano, porque la oferta sigue siendo la misma, con dos alcoholeras en la zona".

El gerente aprovechó para hacer un balance de estos primeros meses en la nueva planta. "Primero hay que agradecer que nos dejarán trabajar en Vinibasa y desde diciembre sentirnos todo el mundo orgulloso del esfuerzo y trabajo que se ha hecho y se está haciendo", comentó Castañeda, quien destacó que las instalaciones "son grandes" y a la vez sorprendentes por la "boca de destilación y las dimensiones de la balsa".

INVERSION Viñaoliva ha invertido en este proyecto más de ocho millones de euros. Incluso recicló algo de material que se encontraba en Vinibasa. "Todo lo que era susceptible de traslado", ya que otros materiales, como la chimenea o la caldera, tienen más de cuarenta años y su cambio y reparación suponía un coste mayor que la compra de uno nuevo. Además, el 90% del material y la mano de obra que se utilizó en su construcción procedió de Almendralejo y del resto de localidades de la comarca de Tierra de Barros.

Asimismo, Castañeda destacó que hay unas sesenta personas trabajando actualmente en la planta e informó de que no deja de seguir contratando a gente.

VALORACION El gerente se sintió contento y satisfecho de que la planta esté en funcionamiento a pesar los inicios, en los que incluso fueron expedientados por el ayuntamiento al comenzar los trabajos careciendo de licencia de obra y no contar aún con la aprobación del estudio medioambiental. "Nuestro objetivo en todo momento ha sido el de solucionar un problema que se planteó, solo somos una cooperativa que está trabajando para que siga una tradición en la zona de Tierra de Barros, una de las mejores zonas vitivinícolas que hay en España, y para que no tengamos que mirar hacia fuera y sea hora de mirar hacia dentro", comentó Miguel Castañeda en otro momento de su intervención.