La chimenea de Vinibasa ya es historia para Almendralejo. Aunque hace tres años dejó de echar humo tras el cierre de la industria, ha seguido intacta en las instalaciones hasta el pasado viernes, cuando se terminaron los trabajos para desmontarla.

Su retirada forma parte de los trabajos de desmantelación de las instalaciones que esta realizando Vinibasa. Cuando se construyó la nueva alcoholera, Viñaoliva, se llevó parte del material para reciclarlo, pero muchas partes se quedaron en la antigua empresa porque no podían ser trasladadas. Por esta razón, la dirección pidió al ayuntamiento la licencia para poder iniciar los trabajos para desarmarla hace un año y durante este tiempo ha estado retirando materiales.

Según el gerente de Vinibasa, Luis Carlos Zuzarte, durante este tiempo se han iniciado y parado varias veces los trabajos porque se necesitaban varias autorizaciones y porque dividieron la desmantelación en varias fases. Actualmente, se está llevando a cabo la de retirada de las estructuras metálicas y por eso ha sido ahora cuando han retirado la "famosa chimenea". Zuzarte aseguró ayer que no se encontraba en mal estado, pero no se puede usar para ningún otro fin. También explicó que no hubo complicaciones para desmontarla y reconoció que es cierto que desde que no está, la "imagen" de esta zona ha cambiado.

Está previsto que a finales de septiembre finalice esta fase de retirada de las estructuras metálicas, en la que también se incluye la eliminación de los depósitos grandes y algunas naves. Después, quedarán pendiente las estructuras de hormigón, cuyos trabajos son más complicados. Una vez desaparecidos los depósitos, la chimenea y demás estructuras vinculadas con el trabajo que antes se hacía en la alcoholera tan solo restará el edificio. Su futuro dependerá de lo que contemple el nuevo Plan General Municipal de Almendralejo (PGM) para esta zona.

Fue en el 2008 cuando la dirección de la industria decidió cerrarla ante la presión de algunos colectivos y ciudadanos, y ello después de estar trabajando en la misma desde 1996. Estas instalaciones, que anteriormente albergaron una bodega, iniciaron su actividad como industria alcoholera en 1970. Desde entonces y hasta el 2008, prestó servicio a las bodegas de toda la localidad, comarca e incluso de otras regiones. Durante sus últimos años, fue objeto de denuncias, cierres, multas, quejas vecinales y de colectivos acusándole de emitir gases nocivos y malos olores, entre otros. Todo ello provocó que Vinibasa decidiera cerrar después de terminar la campaña de quema de orujo de ese año. Como consecuencia del cierre y debido a que Almendralejo y comarca necesitaba una industria de sus características, la cooperativa Viñaoliva tomó la iniciativa de construir una nueva alcoholera, pero más alejada.