La chimenea de Vinibasa ha dejado de emitir humo definitivamente. El dato lo confirmó a este diario Miguel Castañeda, gerente de Viñaoliva, quien recordó que tras el incendio ocurrido en una de las turbinas del secadero interior el 5 de diciembre del año pasado, la empresa decidió dejar de quemar orujo, "principalmente para evitar molestias a los vecinos".

Castañeda apuntó que tras acordarse el pasado mes de agosto la reapertura de forma extraordinaria de esta industria, decidieron quemar el orujo en el menor tiempo posible, a pesar de que disponían hasta el mes de marzo para llevar a cabo esta actividad. En este sentido, el gerente de Viñaoliva agradeció la buena voluntad del equipo de gobierno municipal al dar el visto bueno para la reanudación de la actividad, aunque recordó que la industria cumplía todos los requisitos para seguir trabajando.

DATOS DE LA CAMPAÑA La última campaña de recolección de uva en Almendralejo ha generado más de 30 millones de kilos de orujo, de los cuales 18 millones han sido quemados en las instalaciones de Vinibasa, otros ocho millones fueron tratados en la alcoholera de Villafranca de los Barros al inicio de la campaña hasta que se decidió poner en marcha de nuevo la de Almendralejo y quedan por quemar entre cuatro y cinco millones. Sobre este resto, Castañeda señaló que está negociando con varias empresas de fuera de la región y es muy probable que finalmente se traten en una alcoholera de la provincia de Sevilla.

El responsable de Viñaoliva indicó también que al dejar de destilar esos 4 o 5 millones de kilos de orujo la empresa ha dejado de facturar más de 48.000 euros, "aunque al cesar la actividad, la empresa reduce también los gastos", reconoció.

Miguel Castañeda aseguró que uno de los objetivos que se marcaron fue terminar la quema de orujo cuanto antes, ya que son conscientes del malestar que causa en la población en general la emisión de humos desde la chimenea. "Entiendo que es una actividad molesta, sobre todo porque está dentro del casco urbano, pero a la vez es una actividad necesaria para el sector vitivinícola, que es uno de los principales sectores económicos de la comarca", matizó.

NUEVA ALCOHOLERA Respecto a las obras de construcción de la nueva alcoholera situada en un terreno a más de 5,5 kilómetros de Almendralejo en dirección a Arroyo de San Serván, Castañeda admitió que las obras van algo retrasadas, sobre todo porque el acceso de los camiones no es fácil y eso ha retrasado los trabajos. A pesar del retraso, el empresario expresó su confianza en que la industria esté lista para la próxima campaña de recolección en Tierra de Barros, entre otras cosas, apuntó "porque ya estamos tramitando el desmantelamiento de la maquinaria de Vinibasa para trasladarla a las nuevas instalaciones", informó.

Por su parte, Félix Lorenzo, presidente de la Plataforma Contra la contaminación de Almendralejo ha manifestado que el cese de la actividad en Vinibasa es una de las mejores noticias que ha recibido este colectivo. Y recordó que una de las principales preocupaciones que tenían no era tanto la provocada por los malos olores que generaba la industria sino la emisión de dioxinas y su repercusión en la salud de los ciudadanos.

IMPACTO AMBIENTAL Sobre la nueva ubicación de la alcoholera, Lorenzo dijo que el sitio les parece adecuado, aunque recordó que es necesario contar con un estudio de impacto ambiental favorable para construir este tipo de industrias.