No se puede hacer un repaso a la temporada 2002 sin partir del hecho más importante del año taurino. Por primera vez un extremeño alcanza la cima, convirtiéndose en el triunfador de la feria más importante del mundo. El éxito de Antonio Ferrera en Madrid marcó el curso de su carrera y la trayectoria de todas las ferias venideras. El diestro de Villafranco del Guadiana protagonizó la revolución de mayo y a partir de ahí se montó en el tren de los elegidos, en el vagón de primera clase que ocupan las máximas figuras del toreo. Ferrera refrendó su buen momento en casi todas las plazas de España, Francia y América, cortando orejas y dejando constancia de que, lo de Madrid, no fue por casualidad.

Ejemplo claro de la buena campaña de Ferrera es su alto nivel en las ferias extremeñas. Cortó una oreja en Cáceres, donde entró sustituyendo a José Tomás, el mismo premio obtuvo en Plasencia y dio un aldabonazo en Badajoz, cortando cuatro orejas el día de San Juan a los toros de Zalduendo. Aquella tarde además se destapó el enfrentamiento con El Juli, que duraría toda la temporada. En Mérida se llevó los máximos trofeos de un toro de José Luis Pereda al que se le dio la vuelta al ruedo y cerró este extraordinario año indultando un bravo ejemplar de Zalduendo en Zafra.

A parte de la explosión de Ferrera, la temporada extremeña tuvo muchos puntos de interés. Arrancó en Olivenza, con el glamour y ambiente social que acostumbra, para ver dos corridas de toros y una novillada. En el coso oliventino reapareció Paco Ojeda, se presentó el hijo de José María Manzanares y destacaron José Tomás y Morante de la Puebla. Olivenza cerró su temporada particular en septiembre, con la recién nacida Feria Ibérica del Toro, en la que abundaron los espectáculos, actos culturales y exposiciones.

En Cáceres lo más importante lo hizo Morante de la Puebla el 2 de junio, cortando tres orejas y cuajando una faena de ensueño, además del gran triunfo de Manolo Bejarano. Mientras que la mejor corrida de la feria de Plasencia resultó la del día 7 de junio, en la que Ortega Cano, Juan Mora y El Juli salieron a hombros. En la feria de Badajoz, el día 24, Finito, Ferrera y El Juli dieron una espléndida tarde de toros, con un gran encierro de Zalduendo, posiblemente la mejor ganadería de cuantas han lidiado en nuestra región en el año 2002. Y sorprendió El Fandi, que sustituía a Ponce, y cortó tres orejas en su debut en el coso de Pardaleras.

Merida volvió a tener una feria que va a más en calidad, gracias al esfuerzo de sus empresarios y Zafra puso el broche al curso taurino extremeño con una gran faena de Finito y el mencionado colofón de Ferrera.

Otras muchas plazas celebraron festejos, a parte de las principales ferias, y hubo más nombres destacados. Entre estos, hay que mencionar las buenas actuaciones de los novilleros de la tierra Niño de Plasencia, en su feria, Miguelín Murillo, en Mérida, y Javier Solís, en Olivenza.