A principios del mes de junio entró en vigor la Ley de Protección de la Calidad del Suministro Eléctrico, una normativa aprobada por la Asamblea de Extremadura que obliga a las compañías eléctricas que operan en la región a depositar una fianza para hacer frente a los perjuicios económicos acarreados por los fallos del suministro.

El origen de la ley hay que buscarlo en los problemas que causa a los extremeños la deficiente calidad del suministro eléctrico. La región figura entre las que más problemas soportan y más número de interrupciones no programadas sufre.

El aspecto más llamativo de esta nueva ley son las duras sanciones económicas que impone el gobierno regional por los fallos en el suministro. La cuantía de las multas llega hasta los 3 millones de euros --500 millones de pesetas--.

FIANZA

Las compañías que surten de energía a los hogares extremeños --Sevillana, Endesa e Iberdrola y 16 pequeñas distribuidoras extremeñas-- están obligadas por la ley a depositar una fianza equivalente a un 1% de sus ingresos en la región, una cifra equivalente a 2,53 millones de euros por este concepto para hacer frente al capítulo de daños y perjuicios a los usuarios.

Otro capítulo introducido por la ley de calidad de la electricidad es el que se refiere al establecimiento de un estándar de calidad del servicio único para toda la comunidad y la obligación impuesta a las compañías de contar con un equipo registrador de incidencias por cada 5.000 abonados.

La normativa contempla que las variaciones de tensión o interrupciones continuadas del suministro eléctrico implicarán una reducción en la factura que reciban los clientes afectados en un 20% menos.

Por otro lado, las compañías eléctricas afectadas por la norma de la Junta confiaban en que la justicia impida a una comunidad autónoma legislar sobre la calidad del servicio puesto que ya existe una norma nacional.

Además de su rechazo a la normativa, las eléctricas, caso del grupo Laura Otero, culpan a factores ajenos a las compañías de los fallos en el suministro: los nidos de cigueñas que estropean el cableado o las obras en el campo que provocan la rotura de cables por culpa de la maquinaria, entre otros.