Los padres de los niños de Brozas ponían fin a las clases alternativas para los niños de la localidad cacereña que se impartían para demandar un instituto. Los padres querían que la Junta de Extremadura entendiera la postura como un gesto de buena voluntad. Durante cuatro meses los niños de Brozas habían recibido clases alternativas y no acudían al colegio público. La huelga la secundó el 75% de los padres de Brozas. Concepción Salgado, presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos de Brozas explicó que las clases alternativas habían cumplido su función y que con su actitud querían dar una muestra de sensatez, sentido común y buena voluntad, necesarios para solucionar el problema.

No obstante, el conflicto continúa y los brocenses no descansarán hasta tener instituto.