La batalla política no ha parado desde que comenzara el año 2002, aunque los comicios municipales y autonómicos no serán hasta el 25 de mayo. Las dos principales fuerzas políticas extremeñas han mantenido el secreto de sus principales cabezas de lista hasta bien entrado el año, pese a que fue un secreto a voces que Juan Carlos Rodríguez Ibarra sería candidato por el PSOE y Carlos Floriano por el PP; tampoco había dudas de que Manuel Cañada repetiría por IU. Las cartas se descubrieron en mayo en el caso de los socialistas y tras del verano en los otros dos candidatos.

Sin embargo, las carreras de unos y otros hasta llegar aquí han tenido tintes muy diferentes. El secretario general de los socialistas extremeños y presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, arranca un pacto autonómico al líder nacional del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que le conduce a la candidatura de cara a las elecciones. Fue el 21 de mayo, Ibarra dijo "sí" después de que Zapatero se comprometiera a invertir en Extremadura y a tomar medidas de cohesión territorial si llega a la Moncloa.

Rodríguez Ibarra puso fin a un largo proceso en el que desde 1999, nada más ganar las elecciones, comenzó a deshojar la margarita e insinuar su posible salida del PSOE; incluso en mayo, diez días antes de anunciar oficialmente su candidatura, puso precio a su continuidad al frente de los socialistas extremeños. El hecho no pasa desapercibido por Rodríguez Zapatero, que llega a Extremadura para dar "el respaldo unánime" de su partido para que sea el cabeza de lista y lograr una sexta legislatura. Para ello, el secretario general del PSOE debió comprometerse a que Extremadura estará dentro de las regiones con discriminación positiva en la política de cohesión territorial prevista en su programa.

CLAMOR POR FLORIANO

Por su parte, el presidente del PP extremeño, Carlos Floriano, tiene el respaldo del 98% de los compromisarios populares, que en septiembre dieron su confianza a su candidatura de cara al asalto a la Junta. Javier Arenas, Pío García Escudero, Alberto Ruiz Gallardón o Carlos Iturgaiz, presenciaron la puesta de largo de Floriano de cara a quitarle la poltrona a Rodríguez Ibarra.

De cara a ese objetivo, ha elegido rodearse prácticamente de las mismas personas que le acompañan desde que cogiera las riendas que dejó Juan Ignacio Barrero, y sigue confiando en José Antonio Monago como secretario general, Antonio Guerrero como portavoz en la Asamblea, Cristina Teniente al frente de la secretaría general del Grupo Parlamentario Popular, y Javier Casado como vicesecretario general.

Todos ellos, y otros muchos más, prometen llegar a gobernar en base a criterio de centro y regionalismo, ideas para las que cuenta con el apoyo del Gobierno central. Puestas las bases, llegan las promesas y, entre éstas destacan la bajada de impuestos como el IRPF, la creación de empleo --sobre todo femenino--, y acabar con el intervencionismo que a su juicio lleva el PSOE.