La guerra se atasca. Ni Alá abandona a Sadam Hussein ni Dios da alas a George Bush. Un halo de inquietud se asoma a los rostros de Richard Myers y Tommy Franks, los dos generales americanos de cuatro estrellas que dirigen las operaciones militares. Medio millar de soldados iraquíes en Nasiriya y 120 en el puerto de Um Qasar convierten la guerra relámpago en una tormenta lenta.

Las esposas de los soldados occidentales prisioneros lloran en la pantalla. Las televisiones americanas intentan hurtar a sus espectadores las imágenes de Al Jazira, la cadena qatarí que se ha convertido en la estrella de la información bélica. Pero las parabólicas llevan a los hogares la verdad de una película donde también mueren los buenos.

El sábado, el 62 % de los americanos creía que la guerra era pan comido. El domingo, sólo el 44 % mostraba tanta confianza. Afloran entre los analistas recuerdos de Stalingrado: no es fácil combatir en tierras extrañas, en climas distintos, contra soldados que defienden su tierra.

CAMPAÑA ELECTORAL

En la retaguardia extremeña, la guerra atascada también provoca nervios. La campaña electoral comienza dentro de mes y medio y hay miedo de que los votantes castiguen a Celdrán, a Floriano o a Saponi ya que no pueden castigar a Aznar. Las encuestas recogen intenciones de voto contrarias al PP de electores que en otras ocasiones se abstuvieron y, sobre todo, de jóvenes.

Los ayuntamientos de la retaguardia extremeña empiezan a tomar posiciones. Se celebra pleno municipal en Navalmoral de la Mata con la guerra de Irak de monotema. El PSOE ha solicitado otro pleno bélico en Don Benito. La Junta también se define y convierte la base de Talavera en símbolo del no en nuestro nombre .

En Badajoz funciona la plataforma contra la guerra más activa: no opera sólo los jueves estudiantiles como la de Cáceres. Este martes presentan denuncias contra Aznar acusándolo de llevar España a una guerra ilegal.

Los extremeños que no gustan de plataformas ni movilizaciones no sólo miran asombrados los televisores, también se preguntan por los daños colaterales que acabará sufriendo la retaguardia.

Según las previsiones de la Unión Europea, si el conflicto dura meses, la gasolina costará el doble este verano, los tipos de interés de las hipotecas subirán medio punto y la inflación, otro 0.5. Si la guerra dura tres o cuatro semanas, las hipotecas sólo subirán 0.10, la inflación, 0.12 y la gasolina, un 50 %.

La guerra se atasca, Sadam no se arruga y en la retaguardia extremeña, pacifistas, belicistas, oportunistas y neutros se ponen de los nervios.