Pese a que las fuerzas de EEUU han "aislado de forma efectiva" Bagdad y reforzado su control del centro de la capital iraquí, el Pentágono no pudo confirmar ayer si consiguió eliminar a Sadam Husein, a sus dos hijos y a otros miembros de su régimen en el ataque, el lunes por la tarde, destinado a matar al líder iraquí, contra una casa del elegante barrio bagdadí de Al Mansur, donde el espionaje estadounidense pensaba que se encontraba el presidente de Irak.

"No sabemos exactamente quién está ahora al mando", dijo desde el comando central de EEUU en Doha (Qatar) el general Vincent Brooks. En Washington, el general Stanley McChrystal, subdirector de operaciones conjuntas del Alto Estado Mayor, dio la impresión horas después de que Sadam volvió a salir ileso del último intento para asesinarle, porque declaró que "él controla todavía elementos de las fuerzas especiales de la Guardia Republicana y de los escuadrones de la muerte". McChrystal añadió que no tenía un informe "sobre qué individuos se encontraban en el lugar" atacado, en la zona de Bagdad aún bajo control iraquí.

ALTA PRIORIDAD

El ataque fue llevado a cabo por un bombardero B-1, 45 minutos después de que la CIA creyese haber localizado a Sadam. El B-1, que acababa de repostar en vuelo, recibió la orden de atacar un "blanco de alta prioridad", explicó uno de sus pilotos, el teniente coronel Fred Swan. "Desde el momento en que nos mandaron las coordenadas, sólo tardamos 12 minutos en lanzar las bombas" para destruir un blanco que los controladores aéreos describieron como "el más grande", añadió. Fueron cuatro municiones; dos bombas GBU de 1.000 kilos cada una, especiales para destruir búnkers subterráneos, y dos más de igual tamaño.

Washington, que inició la guerra el 19 de marzo con un intento similar de eliminar a Sadam, dejó ayer en el lugar del ataque un cráter de 20 metros de profundidad. Cuatro edificios resultaron destruidos y una veintena más dañados. El general McChrystal calificó el ataque de "muy, muy efectivo", pese a no poder evaluar si consiguió el objetivo previsto.

BATALLA FINAL

En el resto de la ciudad, la lucha de lo que parece la batalla final por Bagdad siguió ayer calle por calle, mientras fuerzas de la Tercera División de Infantería y de la Primera Fuerza Expedicionaria de Marines maniobraban, desde el norte y el sur, para reunirse en el centro de la ciudad. La resistencia iraquí fue descrita por los militares estadounidenses como desorganizada y el Pentágono dijo anoche que "una brigada acorazada casi completa" se hallaba en el centro de Bagdad. McChrystal puso énfasis en que las fuerzas de EEUU "duermen donde quieren" en la capital iraquí.

Los marines capturaron la base aérea de Rashid, al sureste de la capital, a sólo 5 kilómetros del centro, mientras continuaban los bombardeos a edificios oficiales.