El exgeneral estadounidense Jay Garner elegido por por el presidente de EEUU, George Bush, para dirigir la posguerra en Irak ha llegado esta mañana al país, aunque todavía no se ha decidido cuando se entrevistará con las nuevas autoridades iraquís.

La llegada de Garner a territorio iraquí podría ser el preludio de un inminente anuncio del fin de la guerra por parte de Estados Unidos, puesto que el papel reservado al exgeneral se ciñe a la posguerra.

A su llegada a Bagdad procedente de Kuwait, Garner ha asegurado que su prioridad es restaurar los servicios básicos, entre ellos el agua y la electricidad, "tan pronto como sea posible". Preguntado acerca de cuál es su mayor reto, Garner fue contundente: "Todo es un reto".

Sin fechas

El exgeneral ha declarado que su intención es acabar cuanto antes el trabajo que le ha encomendado la Administración Bush y dejar Irak lo antes posible. Sin embargo, se ha negado a hablar de fechas después de que un periodista le preguntara si es posible que acabe su labor en 90 días.

Garner pretende empezar su trabajo sobre el terreno esta misma mañana, cuando tiene previsto visitar una de las principales plantas potabilizadoras de agua de la capital y el hospital Yarmuk. Su equipo inicial de 19 administradores civiles para el país podría ampliarse hasta 450 colaboradores la próxima semana.

Reunión con Chalabi

La Administración Bush no ha anunciado aún cuando se producirán los primeros contactos entre Garner y las autoridades locales, encabezadas por el líder del Congreso Nacional Iraquí, Ahmed Chalabi.

Chalabi, un hombre de negocios muy cercano a Washington, es el principal candidato a convertirse en la cabeza del nuevo régimen. Anoche, en unas declaraciones al programa This week de la cadena de televisión estadounidense Abc, Chalabi ha anunciado que las tropas norteamericanas permanecerán en Irak al menos hasta que se celebren las elecciones.