En el Hospital Al Kindi de Bagdad, los médicos trabajan con pistola. No es un caso excepcional en la ciudad, donde los saqueos a los hospitales han dificultado hasta extremos desesperados su angustiosa situación. Hace dos días, en Al Kindi un tiroteo obligó a los médicos a defenderse. El director del centro, Ibn al Nafis, decía que lo que necesitan es, sobre todo, "seguridad".

Pero eso no significa, ni mucho menos, que los hospitales dispongan del material imprescindible, desde la electricidad hasta las medicinas. La ONG Médicos sin Fronteras (MSF) ha elaborado un informe, al que ha tenido acceso este diario, sobre la situación en Bagdad y en otras ciudades de Irak (Basora, Kerbala, Hillal, Najaf, Nasiriya, Kut, Tikrit y Mosul) que dibuja un panorama desolador. "Los heridos y el apoyo a los servicios médicos son las prioridades", dice el informe, que recalca que el trabajo ha sido realizado "de forma independiente" de las fuerzas aliadas.

SITUACION DIFICIL

En Bagdad, MSF ha visitado seis hospitales y afirma que es "muy difícil" precisar las necesidades médicas, ya que muchos pacientes fueron enviados a sus casas durante los saqueos. De los 34 hospitales de la ciudad, sólo la mitad funcionan. Los tratamientos distan mucho de ser los adecuados y gran parte de la población desconoce qué hospitales están en funcionamiento. Los pacientes con enfermedades crónicas (renales, diabetes, cardiovasculares...) no son tratados al no funcionar, por ejemplo, las neveras para guardar la insulina y los aparatos de diálisis. MSF afirma que el bajo número de ingresos es debido a la falta de seguridad y de transporte público.

GUARDIAS ARMADOS

La situación en el resto del país varía según la zona. En Hillal, al haber agua y electricidad, los hospitales funcionan "razonablemente bien", mientras que en Najaf los guardias armados han impedido asaltos. De los tres hospitales de Nasiriya, uno funciona bien, otro ha sido saqueado y está inactivo, y un tercero trabaja a medias.

En Kut se han registrado muertes por falta de medicinas y se precisa oxígeno, mientras que en Basora los hospitales tratan cada vez más casos de diarrea, ya que la población bebe agua del río.

En el principal hospital de Kerbala, los propios médicos se han encargado de la seguridad, circunstancia que ha permitido que no haya por ahora problemas de suministros. Sí los hay de electricidad y de agua. En Tikrit sólo una de las seis plantas del hospital funciona y sólo hay un pequeño generador. El director explicó a MSF que está "indignado" con los marines porque no autorizaron a enterrar cadáveres y porque asaltaron varias veces el hospital "rompiendo ventanas y puertas". Los dos principales hospitales de Mosul se mantienen en buen estado, aunque necesitan anestesia.