El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, advirtió ayer al Gobierno del PP de que las condenas del Papa a la guerra de Irak "son vinculantes, por exigencias de la fe y desde el punto de vista práctico, para todos católicos". El cardenal también pidió a quienes apoyan la invasión de Irak que revisen los comportamientos prácticos expuestos en la amplia doctrina social de la Iglesia.

Con estas palabras, Rouco no hizo sino acentuar la inquietud del PP por la visita que el Papa hará el mes próximo a España. Cara a las elecciones del 25 de mayo, los populares temen que cuaje en el electorado católico el rechazo del Sumo Pontífice a la guerra de Irak, apoyada por el Gobierno de José María Aznar.

"Hay que dejar hablar a la conciencia, cada uno a la suya", proclamó Rouco en el Foro Europa, respondiendo a una pregunta formulada por el socialista José Bono, presidente de Castilla-La Mancha. La conferencia contó con representantes del PP.

"El Papa no ha excomulgado a nadie. Ha luchado y pide que el conflicto de Irak no sirva para hablar de guerra de civilizaciones o de religiones", aseguró Rouco. A juicio del cardenal, en el estallido de este conflicto no ha sido decisiva la profesión ultraconservadora y cristiana del presidente de Estados Unidos, George Bush. "Es difícil imaginarse que, con el transfondo constitucional de EEUU, se puede dar allí una confesionalidad del Estado", argumentó.

Negó Rouco que la guerra esté produciendo una fractura entre los católicos, ya que, en su opinión, todos "están a favor de la paz", aunque haya "divergencias" sobre los procedimientos para lograrla.