Los negocios de Badajoz no han tardado en adherirse a un programa puesto en marcha por el ayuntamiento, que ha contratado al grupo Preving, para certificar que los establecimientos cumplen las medidas higiénicas y sanitarias que protegen frente al contagio de covid. Se trata del sello Covid Free y permite hacer visible en los locales su compromiso con el protocolo de buenas prácticas frente al virus, con el objetivo de infundir confianza en su entorno, fundamentalmente entre los clientes. 103 establecimientos se han adherido ya. Interés desde luego ha suscitado, pues ha habido 1.573 visitas a la web hasta el viernes (www.comerciosprotegidos.com/badajoz/).

Los negocios interesados en obtener este sello, que carece de coste alguno para ellos, tienen que realizar una declaración responsable de compromiso real de cumplimiento de la guía de buenas prácticas para los pequeños establecimientos. Son los propios empresarios los que se autoevalúan y se comprometen a entenderla, difundirla a sus trabajadores y cumplir toda la legislación aplicable. Saben que en cualquier momento se les puede someter a una auditoría para comprobar que cumplen los requisitos.

El proyecto no se queda ahí, según explica Rubén Marcos, director de la empresa que se encarga de las auditorías, Auditoriza. El programa incluye herramientas de verificación del cumplimiento de la guía, que se basan en tres acciones. La primera son las auditorías programadas, que se realizan a un porcentaje de los establecimientos que se hayan adherido, calculados mediante procesos estadísticos, con un 95% de confianza de que el resultado obtenido es homogéneo a todas las empresas.

Otra herramienta es la posibilidad de que en cualquier momento se puede someter a una auditoría a cualquier negocio y no estaría programada.

Por último, está el canal del ciudadano, que es una auditoría constante pues cualquier persona, si detecta alguna deficiencia en alguno de los locales adheridos, la puede transmitir a través de ese canal. Esta queja o comentario es revisado, de forma que a partir de este mensaje se valora la posibilidad de realizar otra auditoría al local. «De esta manera damos protagonismo a todos los ciudadanos del municipio y además es una auditoría continua».

Rubén Marcos informa de que las programadas comenzarán este semana, una vez que ya existe un número elevado de negocios adheridos a la iniciativa, que echó a andar hace dos semanas. Inicialmente se harán a 20 centros, que serán avisados previamente.

Entre los negocios adheridos los hay de todo tipo, desde bares a restaurantes, pistas de pádel, un locutorio, una clínica de implante capilar, peluquerías, tatuajes y hasta un balneario. Todos son pequeños negocios.

HASTA DICIEMBRE. Este programa dura hasta el 31 de diciembre del 2020. Durante todo este año se estarán realizando constantemente auditorías y hasta esa fecha funcionarán los buzones de ayuda y el canal del ciudadano. Además, durante este periodo, los empresarios adheridos dispondrán de ‘píldoras’ formativas on line de una hora de duración, que abordan temas específicos relacionados con el covid. La primera ha sido la guía de buenas prácticas como formación inicial, también sobre la realización de test o el uso de las máquinas de ozono o las mascarillas. «Todo para que el pequeño comercio conozca bien los requisitos que se le van aplicando», remarca Marcos.

En Auditoriza esperan que en las próximas dos semanas la cifra de establecimientos se triplique y calculan que a final de año se puede llegar a 700 u 800 aproximadamente. Rubén Marcos entiende que es pronto porque el programa está en fase de difusión y, aún así, ya hay más de un centenar que se han comprometido. «Es un proyecto muy interesante porque reactiva el pequeño comercio, ya que el coste es cero pues el ayuntamiento asume todo el gasto y además ayudamos a los negocios a unificar toda la información que hay, de todos los organismos oficiales, que es muy prolija». Semanalmente, un comité de expertos revisa las nuevas normativas para actualizar la guía de buenas prácticas y evitar que se quede obsoleta.

«Por la tranquilidad de los padres nos ha parecido una buena iniciativa»

Tras un parón de tres meses, el centro infantil Los Alféreces Playschool abre hoy sus puertas con «un grupo reducido» de niños. Su directora, Covadonga Fernández, explica que decidieron adherirse al sello Covid Free «por la tranquilidad de los padres, porque seguimos todas las medidas de limpieza y desinfección del centro y nos ha parecido una buena iniciativa». La única pauta que impedía la reapertura era la distancia social, tan difícil de mantener con niños pequeños, pero el Gobierno ha levantado este impedimento. «Es imposible porque se caen y los tienes que abrazar, darles la comida o cambiarles el pañal».

En cuanto a la limpieza y desinfección «ya se venía haciendo anteriormente, la única diferencia es que los padres también son partícipes a la entrada del local». Tienen que desinfectarse las manos, los zapatos y las ruedas de los carros de los niños. Como a día de hoy no existe un protocolo oficial específico para esta actividad, los propios centros infantiles lo han elaborado. No habrá juegos colectivos, solo individuales, con juguetes que se pueden desinfectar fácilmente, sin peluches, cada niño tiene su caja, que utiliza toda la jornada, sin compartirlos con otros compañeros, lavado de manos frecuente y desinfección del mobiliario en cuanto lo utilizan.

«Yo no entiendo otra forma de hacer las cosas que hacerlas bien»

José María Pérez Marqués regenta el restaurante El Laurel de Badajoz, uno de los primeros que han obtenido el sello Covid Free. Para este profesional es «obvia» la decisión. «Realmente el sello significa que se hacen las cosas bien y por otro lado yo no entiendo que haya otra forma de hacerlas, con lo que está pasando». Para poder certificarlo lo que han hecho «no es más que aplicar el sentido común, que dice que hay que seguir con nuestras normas higiénicas de siempre, esmerarse un poquito más en el cuidado, de manera que cada vez que se levante un cliente desinfectar las mesas y pedir su colaboración». Se trata, según el responsable de este restaurante, de «transmitir confianza al cliente» y «que tenga tranquilidad, que sepa que cumplimos el protocolo y que en cualquier momento se nos puede hacer una auditoría para comprobar que se está cumpliendo». José María Pérez es uno de los impulsores de la Plataforma de Hostelería de Badajoz y señala que a este sector, la situación sanitaria provocada por el covid-19 «no le ha aportado ningún inconveniente que no le haya aportado a ninguna otra actividad económica donde haya una relación humana, social y de contacto, que tiene que seguir las mismas pautas que nosotros, parece que nos están mirando con lupa, pero nosotros no contagiamos a nadie, corremos el riesgo de que nos contagien».