Mi hermano recibió una paliza en su despacho el mismo día que se presentó la denuncia, y fue un joven que luego salió hablando en la televisión". Este dato en relación a la detención del director del colegio salesiano de Cádiz, y exdirector del de Badajoz, lo dio a conocer ayer Daniel López Luna, hermano del cura para quien el juez ordenó prisión provisional a raíz de la causa abierta por unos supuestos castigos corporales y tocamientos no consentidos a menores. Daniel López asistió ayer a una concentración de apoyo a su hermano a las puertas del colegio de los salesianos en Badajoz, a la que acudieron alrededor de 150 personas entre alumnos, padres y profesores a titulo individual.

López Luna dijo que "hay un parte médico del Hospital Puerta del Mar", pero que su hermano "no quiso dar publicidad al suceso", pues "no quería salir como luego ha salido, que está siendo una noticia buenísima de verano para la prensa, que va a destrozar su vida de aquí en adelante". Añadió que la denuncias es "de un adolescente mal apoyado a quien mi hermano no da clases siquiera".

"He hablado por teléfono hoy con él y estaba bien dentro dentro de lo que es todo esto; piensa que es libre dentro de la prisión con su justicia", dijo López, quien se mostró "consternado por esta situación que nos ha llegado, tan tensa y difícil", y de la que culpa a "los medios de comunicación por haber dado la noticia opinando antes que el juez; se le ha lapidado", dijo.

Y añadió que "para él, es importante el apoyo de Badajoz, que se ha volcado y está con él, la familia salesiana está con él", afirmó dirigiéndose a los concentrados, que portaban pancartas, camisetas y pegatinas con textos como 'Javier inocente', 'Gritaremos por tu libertad', y proferían gritos de "Javi, amigo, estamos contigo".

"Creo que es inocente; hay razones objetivas para ello. Hay que decir que denuncia, solo se ha presentado una; que quien le dio la plaza el mismo día fue un familiar del chico y a lo mejor, ante una posible denuncia, decidió que no hay mejor defensa que un ataque...". Así lo afirmó Carlos Gil, profesor salesiano y amigo del sacerdote preso. Y añadió que "ha pasado momentos duros, aunque ahora parece que está más entero; es un hombre de fe y está viviendo la cárcel como unos ejercicios espirituales".

Un joven leyó un manifiesto en el que se llamó "mártir del siglo XXI", destacaba su atención a los alumnos, "siempre con el despacho abierto", y expresaba su "convicción de que todo es una confusión", así como culpaba de lo ocurrido a la prensa, al considerar que "le han condenado por dar una versión sin contrastar, le han lapidado y contribuyen al morbo de programas televisivos". El comunicado concluía expresando confianza en su inocencia y pidiendo su libertad.