El Mirador de Cerro Gordo, donde están previstas 2.750 viviendas, empieza a cobrar forma de ciudad y desde la antigua carretera de Madrid o desde la autovía, lo que hasta hace poco era un paisaje de grúas, va configurando la silueta de lo que llegará a ser un barrio populoso de las afueras de Badajoz. En estos momentos, en este Proyecto de Interés Regional (PIR) se están construyendo al mismo tiempo 20 bloques de pisos de diferentes alturas y en algunos ya se están cerrando con ladrillo visto las fachadas, la impermeabilización de las cubiertas y otras actuaciones que son posteriores a las estructuras, lo que demuestra lo avanzados que van los trabajos. El gerente de la obra, Luis María Murillo, ha confirmado en declaraciones a este diario que el ritmo es adecuado y que se podrán cumplir los plazos, de tal forma que a finales del 2007 puedan entregarse los primeros pisos.

Murillo apunta que al menos durante doce o catorce meses más seguirán levantando estructuras. En cuanto a la urbanización también se ha avanzado bastante y casi todas las calles ya están delimitadas por bordillos, con las zahorras en los viales y se han propuesto que antes de que termine el año esté instalado parte del alumbrado en el eje principal de la urbanización, para que sirva al mismo tiempo de alumbrado de la propia obra, ya que en estas fechas oscurece muy temprano. La mayoría de los edificios tienen 6 plantas, o cinco con locales comerciales y también ya se está construyendo el más singular, que se puede ver cuando se entra desde Badajoz hacia el campo de golf y que tiene forma de peine, alternando nueve y cuatro alturas. Es el más alto del PIR. Paralelamente a la construcción de los edificios, se han empezado las obras de la subestación eléctrica, ubicada al otro lado de la autovía.

La primera fase de la promoción, que ya se ha sorteado entre los solicitantes, está integrada por 832 viviendas y están todas empezadas. Al margen de estos trabajos, se ha comenzado la cimentación de otros tres edificios de pisos de la segunda fase, adelantándose así los plazos previstos inicialmente. La obra empezó a finales de agosto y principios de septiembre y el gerente se muestra muy satisfecho con su evolución. "Estamos haciendo una producción en torno a unos 30.000 metros cuadrados de estructura al mes", explica.

Dadas las dimensiones de los trabajos, la demanda de personal ha sido importante. El jueves pasado había 432 obreros trabajando en Cerro Gordo (se contabilizan a través del sistema de huella digital). La jornada empieza a las 7.30 de la mañana, hasta las ocho de la tarde. Hay mano de obra portuguesa y también de la zona de Vegas Bajas, procedente de constructoras que llevan mucho tiempo trabajando con mano de obra extremeña en obras grandes en Madrid y que por las dimensiones de Cerro Gordo y por la proximidad les ha interesado venirse aquí y los trabajadores están más próximos de sus domicilios.