Escoltados por un agente de la Policía Local de Badajoz y precedidos por un coche de la Policía Nacional, una veintena de familiares y amigos participó ayer en la manifestación convocada por el extrabajador municipal Pedro Luengo para reclamar su readmisión. Partieron de la estación de tren y entraron por el puente de Palmas hacia las calles Prim y Obispo hasta la plaza de España, donde este joven continuará apostado frente al ayuntamiento, lugar en el que lleva dos meses reclamando ser readmitido en su puesto de trabajo.

Los manifestantes portaban pancartas con las que pedían "Readmisión ya", "No discriminación", "Igualdad laboral", y que el "Trabajo no se toca, es sagrado", al tiempo que entonaban gritos contra el alcalde, Francisco Javier Fragoso, y pedían su dimisión.

Luengo, que encabezó todo el recorrido haciendo uso de megafonía, recordó que la oposición municipal, con mayoría absoluta, aprobó en el pleno de mayo una moción para que se solucionara su problema y el alcalde se comprometió a "hacerlo en tres días, pero llevamos mes y medio y lo único que hacen es marearme con excusas, porque en este ayuntamiento, cuando ha habido otros despidos improcedentes, se les ha hecho el contrato de forma extraordinaria, aun sabiendo que es ilegal", dijo, en referencia a la incorporación de dos becarias del archivo municipal.