A Monago le queremos preguntar cuántos parados hacen falta más para que se vaya a vivir a Portugal". Unos 200 activistas de diversos colectivos que en los últimos se han sumado a la Marcha Dignidad clamaron ayer a las puertas del Teatro Romano de Mérida, poco antes del inicio del acto del Día de Extremadura, por la creación de 25.000 empleos públicos. A ellos se sumaron otros 25 manifestantes llegados desde Madroñera, en su caso solicitando la reapertura total del Punto de Atención Continuada (PAC) del municipio cacereño. Todos sumaron su indignación en contra de los representantes públicos que iban acudiendo al acto, tanto del Gobierno extremeño como de la oposición y otras instituciones, vigilados por un amplio dispositivo policial en el que podían observarse hasta siete furgones de antidisturbios, que no llegaron a intervenir.

Los participantes en las protestas se encontraban situados detrás de unas vallas controladas por la Policía y portaban pancartas y carteles en los que podían leerse lemas reivindicativos en contra de las crisis y la gestión de los gobiernos. Además, estaba muy presente su principal reivindicación de este año, los 25.000 empleos públicos. "Vivimos una situación de emergencia en la que estamos recibiendo las peticiones de ayuda de familias que están totalmente sin recursos y las administraciones tienen que actuar ya", declaró Ana Naranjo, miembro del Campamento Dignidad de Mérida.

MESES DE LUCHA Por su parte, Santiago García, de la Plataforma contra el Cierre del PAC de Madroñera, explicó que un grupo de integrantes de este colectivo habían querido llevar su "lucha de hace 14 meses" a las puertas del Teatro Romano de Mérida, para recordar a los políticos que su problema no está solucionado. "Prohibido ponerse malo de diez de la noche a ocho de la mañana", podía leerse en el cartel que García, como otros compañeros, portaba, para denunciar la falta de atención sanitaria durante ese periodo de tiempo. Tras el cierre inicial, como otros PAC, el de Madroñera se reabrió parcialmente hace unos meses, pero sus vecinos aún reclaman la recuperación del horario completo de urgencias. "Hacen a la gente desplazarse, sin que eso suponga un ahorro real, porque los profesionales médicos solo fueron trasladados".

El nivel de las protestas se acrecentó con la llegada de los políticos, especialmente los más representativos, como el presidente José Antonio Monago, o el vicesecretario nacional de Comunicación, el cacereño Carlos Floriano. El secretario regional del PSOE, Guillermo Fernández Vara, se acercó a los manifestantes, a lo que muchos ellos respondieron increpándole con gran intensidad.