No somos banqueros, somos bancarios", "Con esta reforma, Rajoy despedido", "Ayudas para los bancos, despidos para las personas" rezaban algunos de los carteles que portaban los trabajadores de las cajas de ahorros de la región, en la concentración que tuvo lugar la tarde de ayer en la plaza de Minayo, en Badajoz, en contra de los despidos en entidades afectadas por la reestructuración del sistema financiero.

Alrededor de 200 personas se congregaron convocadas por los sindicatos del sector, después de que por la mañana iniciasen una serie de paros parciales los empleados de Bankia, especialmente de Caja Madrid, que tuvo un seguimiento en todo el país del 85%. Además de Caja Madrid, Bankia tiene en la región de 40 a 50 oficinas de CEIS (unión de las cajas Duero y España) y 3 de Banco Caixanova Galicia, con unos 280 trabajadores en total.

Estos temen la pérdida del 70% de los puestos de trabajo en Extremadura. El ERE que tiene en marcha Bankia prevé el cierre de oficinas y una reducción salarial del 40% al 50% a los que se queden. "Ni trabajadores ni clientes tienen culpa de la reestructuración", afirmó Aurora Leiva, de ACCAM, quien confió en que "con las negociaciones se pueda llegar a un buen acuerdo y no sean solos los empleados quienes paguen este descalabro". Los sindicatos tienen convocados paros parciales para los días 4 y 5 de febrero.

MANDATO EUROPEO Juan Murillo, de CC OO, expresó el temor de que se cumpla "a rajatabla el mandato de Europa de que las entidades intervenidas deben abandonar los territorios que no sean históricos naturales, lo que supondría cerrar el negocio de Bankia en Extremadura".

Murillo, que recordó que ya han salido 35.000 trabajadores del sector financiero en España, y que se estima que en la región podrán verse afectados unos 500 de los 2.500 existentes, abogó por encontrar fórmulas para que la reestructuración se haga en el plazo de 5 años que prevé Europa, "de forma que puedan negociarse unas condiciones de salida de los trabajadores similares a las de quienes salieron con otros EREs".

Jacinto Romero, de UGT, consideró el éxito de la protesta como "la antesala de la huelga general que se realizará en Bankia el 6 de febrero si la empresa insiste en no negociar".

Entre los manifestantes estaban empleados de LIberbank y Caja Badajoz --Caja3--, que habían colgado, éstos, una gran pancarta en la fachada de la antigua sede principal que luego llevaron a la concentración. Javier Pozo, de CC OO, explicó que la Caja3 e Ibercaja aún no han puesto sobre la mesa el segundo ERE tras retirar el primero, y que la parte social ha pedido información sobre el coste de la reestructuración para proponer medidas de flexibilidad y evitar despidos.

CAJA3, VIABLE Tras recordar que Caja3 es viable, productiva y genera beneficios, dijo que "hay alguien que se ha empeñado en liquidarla por 30 monedas de plata y el precio que suponemos que van a pedir es el de 592 despidos y cierre de las 187 oficinas, pero no lo han planteado en ese segundo ERE porque estamos ahora en otro marco que no es viable plantear despidos cuando lo que estás haciendo es intentar llegar a medidas de flexibilidad", apuntó.

Víctor Martín, de CCOO de Liberbank, señaló que hasta el momento les han propuesto reducciones salariales y les han "prometido que se garantizaban los puestos", aunque están pendientes de las reuniones que se van a mantener más adelante, informa Europa Press.

Julián Carretero, secretario de CCOO, consideró la protesta un éxito y "algo más que un síntoma de lo que está ocurriendo en el sistema financiero español y en las antiguas cajas". Y sostuvo que los trabajadores concentrados "luchan por el empleo y por la supervivencia".