Alrededor de 200 vecinos de la pedanía de Novelda (con apenas 1.000 habitantes) se manifestaron ayer ante las puertas de la empresa concesionaria del agua, Aqualia, en Badajoz, para protestar por la presencia de terbutilazina en el agua que han estado tomando las últimas semanas, sin saberlo.

La protesta fue convocada por la asociación de vecinos de esta pedanía, cuyos responsables fueron recibidos por el gerente de Aqualia, Francisco Jiménez. La presidenta del colectivo vecinal, Ana Viniegra, explicó que la asociación se ha limitado hasta ahora a recoger información y en estos momentos están pendiente del informe del Instituto Nacional de Toxicología, en Madrid, "porque aquí se tiran la pelota unos a otros". Según la presidenta, el gerente de Aqualia no pudo asegurarles que el agua de Novelda sea potable pero sí que reúne los requisitos que marca la ley y que debe ser la Junta la que determine la potabilidad. "Aquí todos se quieren lavar las manos y nadie se está preocupando del pueblo", pues según cuentan estos vecinos, muchos están aquejados de problemas intestinales desde hace tiempo. "Se pensó en un principio que podían ser los langostinos de Navidad, pero el marisco estaba fresco, lo que estaba oxidado era el agua".

Según los vecinos, el responsable de Aqualia afirma que el agua se puede beber y de hecho, el miércoles, varios trabajadores de la empresa estuvieron en Novelda, se tomaron un café en el bar del pueblo y pidieron agua del grifo, que se bebieron.

ALBOROTO

Los manifestantes se presentaron en la plaza de España antes de las 10.30 y formando enorme alboroto se dirigieron a Aqualia, ante cuya fachada estuvieron hasta el mediodía gritando frases como "Novelda tiene sed, y no puede beber" o "Nos dan una bolsita, para la comidita". Los vecinos portaban en sus espaldas el símbolo del veneno y pancartas en las que aludían a "Aqualia nos vende agua envenenada".

Entre los manifestantes estaba Conrado Vicente, alcalde de la pedanía, delegado del alcalde de Badajoz, quien defendió que se debe a sus vecinos antes que al partido "esto no es política, se trata del bien de nuestro pueblo". El alcalde explicó que el problema "es complicado porque no sabemos las consecuencias de haber estado más de un mes bebiendo este agua, aunque ahora digan que está buena".

Por su parte, el concejal del servicio, Nicasio Monterde, acusó a estos vecinos de estar "politizados" y se preguntó porqué los de Pueblonuevo, cuyo alcalde es socialista, no se han manifestado.