En el 2008 había en Badajoz 5.200 negocios dedicados al pequeño comercio y en el 2012 la cifra había bajado a 3.463, es decir, 1.737 menos, según los datos aportados ayer por el grupo municipal de IU a partir de un estudio de campo en el que faltan los del 2013. Para presentar este estudio comparecieron ayer ante la prensa el portavoz, Manuel Sosa con el concejal Felipe Cabezas. Sosa achacó la situación que atraviesa el pequeño comercio en la ciudad no sólo a la crisis "sino a la incapacidad del equipo de gobierno de plantear alternativas para salvarlo". Este concejal defendió que el mayor volumen de empleo está en el pequeño comercio y cada vez que cierra un local se pierde un par de puestos de trabajo como mínimo.

IU ha realizado un rastreo barrio a barrio de las tiendas que han ido cerrando y cuya primera conclusión es que las zonas más "castigadas" han sido Menacho, fundamentalmente, y San Roque. En la actividad comercial de Badajoz entre el 2008 y el 2012 se han producido 2.976 bajas. Solo del 2010 al 2012 han cerrado 1.576 establecimientos. El 2008 marcó el año de máxima generación de negocio y posteriormente se produjo "una caída en picado" de forma que entre el 2011 y el 2012 volvió a caer, precisamente la fecha en que se inauguró el centro comercial El Faro, según apuntó Sosa. El portavoz se teme que en el 2013 va a haber aún más cierres que el año pasado, porque al incremento de las grandes superficies se va a sumar la incidencia de la liberalización de los horarios.

Con este panorama, IU reclamó dos moratorias "vitales" para mantener el empleo del pequeño comercio: la de grandes superficies y de aplicación de la liberalización de horarios comerciales. En segundo lugar, este grupo pidió que se celebre la semana o el día dedicado al pequeño comercio, tras reunirse con lo comerciantes y apostar por actividades que potencien el consumo.

Además, propuso que el ayuntamiento propicie la creación de una bolsa de locales de alquiler a bajos precios, un plan estratégico de formación para los nuevos comercios, otro tecnológico y el apoyo económico del Gobierno extremeño para que actúe como avalista, así como que el ayuntamiento cobre tasas a las grandes superficies y destine su recaudación al apoyo del pequeño comercio.