El taller de seguridad vial, conocido como Taseval, creado por Instituciones Penitencias para los conductores condenados por un delito contra la Ley de Seguridad Vial ha sido impartido en sus primeros meses a 240 personas de la provincia, la gran mayoría hombres condenados por conducir bajo los efectos del alcohol.

Esta medida, que sustituye a los Trabajos en Beneficio de la Comunidad (TCB), surgió ante el incremento del número de penados con la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Vial, que hizo insuficientes las plazas que se ofertaban para realizar los TCB.

El Taseval lo imparten formadores de Cruz Roja, a través de un convenio suscrito con Instituciones Penitenciarias, y desde que se puso en marcha el pasado verano se ha celebrado en tres ocasiones en Badajoz, una en Don Benito y otra en Mérida. El próximo mes se volverá a impartir en la capital pacense y en Don Benito.

El número de penados por taller ronda los 30, que deben realizar un mínimo de 20 horas teóricas en cuatro sesiones semanales, de cinco horas cada una, en las que se tratan temas relacionados con el alcohol, las drogas, la conducción y el tráfico.

"También se analizan situaciones y trabajamos habilidades sociales, la asertividad y la empatía, que están muy relacionadas con la seguridad vial. Tratamos de hacerle interesante la materia", según Javier Ramos, director de Voluntariado y Formación de Cruz Roja, quien recordó que el objetivo final "es que se produzca un cambio de actitud y no se repita el comportamiento".

Además, cada uno tiene que realizar un número determinado de sesiones o ejercicios prácticos que los formadores les ponen cada semana.

Buscar en la prensa noticias de accidentes y analizar las razones de porqué se han producido y sus consecuencias; anotar todas las señales de tráfico que se encuentren y ver su estado o anotar todas las infracciones que ven cuando van por la calle, son algunos de los deberes que tienen que llevar hechos a clase.

El primer día del taller, los alumnos , que acuden obligados, "vienen a regañadientes y llegan con la idea de que no han hecho nada malo, pero a medida que pasan los días, entran en la dinámica y la mayoría va cambiando de actitud y asumen su responsabilidad", explicó Ramos.

TODOS LOS PERFILES No existe un perfil concreto de alumno , lo único que tienen en común es el consumo de alcohol y que la mayoría son hombres. "Son perfiles muy variados, con distintas edades y diferentes profesiones".

También se aprecia, según Ramos, algunos casos de personas con alcoholismo, "pero no entra en las funciones del Taseval derivarlas a otros recursos".

El director del centro penitenciario, Carmelo Charfolé, se mostró satisfecho con los resultados del Taseval, que, en su opinión, permitirá que todas las personas que habían sido condenados a un TCB puedan cumplir la condena. "Todo el mundo va a cumplir su condena", señaló Charfolé, quien destacó además que la ventaja de este taller "es que tiene relación con el delito cometido y sirve para concienciar a la población, algo que no sucedía antes con los TCB".

Instituciones Penitenciarias calcula que alrededor de 2.000 personas tendrán que realizar al año este taller en la provincia.