De los 628 expedientes por consumo y tenencia de drogas instruidos por la Delegación del Gobierno en Extremadura en lo que va de año, 25 corresponden a menores. En el 2010, de los 4.169 que se instruyeron, 176 fueron de jóvenes que aún no habían cumplido los 18 años (una docena tenía menos de 14 años). La mayoría de los menores fueron pillados consumiendo marihuana y hachís.

Los datos los aportó ayer la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, durante la presentación del programa educativo preventivo que, como ya informó este diario, ofrecerá la posibilidad a los menores sancionados por tenencia de estupefacientes conmutar las multas (que oscilan entre los 300 y los 30.000 euros) por someterse a tratamiento.

El programa se ha puesto en marcha en colaboración con las consejerías de Sanidad y de los Jóvenes y el Deporte. Como se ha detectado que los menores inician sus contactos con las drogas a una edad cada vez más temprana, el objetivo es intervenir desde la prevención y la terapia ante este nuevo perfil de consumidor adolescente, que suele hacerlo los fines de semana o en momentos puntuales y que tiene entre 14 y 18 años.

Para beneficiarse de este programa, que es voluntario, el menor y su familia deben comprometerse a participar en todas las fases del mismo y no volver a consumir en al menos un año. Si no cumple estos requisitos, el proceso sancionador seguirá adelante y si reincide, la multa será mayor.

El programa constará de seis sesiones, cuatro dirigidas al menor de forma individual o en pequeños grupos y otras dos para su familia. La terapia la impartirán técnicos de los ayuntamientos y mancomunidades, que elaborarán un informe, dependiendo del cual el expediente sancionador seguirá en suspenso o no.

Tras esta fase, el menor deberá participar en una actividad de la Consejería de los Jóvenes, relacionada con el asociacionismo o el voluntariado a través de los Espacios de Creación Joven o programas como los Judex o los Jedes, con el objetivo de ofrecer alternativas de ocio.