La Consejería de Educación ha recibido 26 propuestas de otras tantas empresas para construir el nuevo colegio Nuestra Señora de Bótoa, en Pardaleras, que cuenta con un presupuesto de 2.973.728 millones de euros a ejecutar en los próximos tres años. La tercera reunión de la mesa de contratación, donde se conocerán las distintas ofertas económicas, se convocará en unos días y la previsión es que el proceso de adjudicación esté resuelto antes de que acabe el año.

Según recalcaron fuentes de la consejería, los tiempos del proceso se están "acortando al máximo posible" dentro de los plazos legales, pues la intención es que las obras del nuevo colegio comiencen lo antes posible. El Consejo de Gobierno aprobó a principios de agosto la contratación de las obras. Para este año la inversión prevista es de 40.000 euros, mientras que el grueso del presupuesto, 2.018.823 euros, se ejecutará en el 2014. En el 2015 el proyecto se completará con otros 914.905,80 euros. Si no surgen imprevistos, el nuevo centro estará listo para recibir en el curso 2015/2016 a todos los alumnos, que ahora se reparten en dos inmuebles diferentes: uno en la calle Stadium y otro en la calle Cordero.

El futuro edificio, en dos alturas, con volúmenes diferenciados, pero unidos y conectados a través de un patio interior, dispondrá de una superficie de 3.163 metros cuadrados y se levantará sobre una parcela de 7.200 cuadrados aledaña al actual centro de la calle Cordero (frente a la plaza de toros). Los alumnos podrán seguir recibiendo clases con normalidad en este edificio, que no se derribará hasta que se trasladen al nuevo para ubicar en este lugar las pistas deportivas.

Como ya informó la Consejería de Educación, el centro contará con 18 unidades educativas, seis para Educación Infantil y 12 para Primaria y será además un colegio bilingüe.

La comunidad educativa del colegio Nuestra Señora de Bótoa lleva más de dos décadas reivindicando un nuevo centro que permitiera aglutinar en unas mismas instalaciones a todo el alumnado y dejar atrás las continuas deficiencias que arrastran los dos edificios que ocupan los escolares ahora (humedades, falta de espacio, aseos antiguos...).

La asociación de padres y madres de alumnos (ampa) ha hecho público en numerosas ocasiones durante los últimos años su malestar por el retraso en la construcción del nuevo colegio, llegando incluso a protagonizar diversas protestas en la calle.

Tras años de reivindicaciones, la redacción del proyecto se adjudicó en marzo del 2011. El compromiso de la Junta era iniciar las obras antes de que acabara el 2012, pero el proyecto sufrió una nueva demora por falta de fondos. Según explicó entonces Educación, la "sobreejecución" de los fondos Feder, que se encontraban agotados, y los reajustes que había habido que hacer en los presupuestos para alcanzar el déficit fijado, obligaron a realizar una nueva programación de las actuaciones, incluso, de las prioritarias como era este caso. Finales del 2013 fue el nuevo plazo que anunció la consejería para ejecutar las primeras inversiones.