Según los datos aportados ayer por la Consejería de Igualdad y Empleo, la Junta de Extremadura tiene 311 menores bajo su tutela. Las casuísticas por las que se llega a esta situación son muy diversas y los casos de abandono de los niños por parte de los progenitores no son habituales.

De hecho, en los últimos cuatro años solo se ha producido el abandono que se hizo público ayer en Badajoz y el de septiembre del 2009 en Ciudad Jardín, también en la capital pacense.

Cuando se produce el abandono de un menor, la tutela pasa automáticamente a la Junta y si existe renuncia por parte de los padres, el pequeño entra en el proceso de adopción. Si no se produce, la Junta también asume la tutela pero los padres pueden reclamar a su hijo. El niño ingresa en uno de los centros de acogida de menores que funcionan en la región. Hay menores que son acogidos por otros miembros de su familia o bien por personas ajenas, y también los hay que viven en pisos autónomos.