Unas 35.000 personas calcula Domingo Caballero, vocal de la Hermandad de Bótoa, que acudieron a la primera gran romería pacense, con una afluencia masiva hasta el mediodía a los actos oficiales: misa, procesión, subasta del ramo y el rosario, concursos y actuaciones folcklóricas. Los campos aledaños permanecieron animados, con los aparcamiento llenos, como los tenderetes, cacharritos y casetas durante toda la jornada.

La Virgen salió en procesión acompañada por las lavanderas, caballistas, el alcalde Celdrán y el general Medina de la Brigada XI. A la recogida, había una cola de vehículos de tres kilómetros, pero por la mañana fueron mayores. Después se celebró la subasta; un hombre pagó 2.000 euros en nombre del expolítico Luis Ramallo por el ramo de flores; y otro, 310 por el rosario.

Caballero destacó la cada vez mayor presencia de romeros el día antes para participar en una ofrenda floral y el rezo del rosario en procesión hasta la encina donde se apareció la Virgen.

Entre los presentes estaba Vicenta de la Concepción Montero, de 87 años y lavandera desde los 14, fundadora del canto a la Virgen. "Me gustaba mucho cantar; yo cantaba y las otras lavaban", contó a este diario con un corazón entregado y emocionada al hablar de sus hijos.

Por otro lado, Domingo Caballero destacó la ausencia de incidentes y restó importancia a un inicio de polémica sobre la participación de los caballistas. Explicó que hace hace dos años hubo una caída y se culpó a la hermandad de la tardanza de la ambulancia, lo que provocó protestas, pero aclaró que Cruz Roja no pone un puesto de auxilio desde hace cuatro años porque "podemos darles de comer, pero no pagar las 600.000 pesetas que nos pedían". La polémica se zanjó y los caballistas desfilaron en la procesión.