Mas de 350 internos de las cárceles de Badajoz y Cáceres han participado desde principios del 2009 en el programa de atención a personas drogodependientes que desarrollan la Consejería de Sanidad y Cruz Roja de forma conjunta en ambos centros penitenciarios. El objetivo es ofrecer una atención integral a las personas con problemas de drogodependencia durante su estancia en prisión, pero también tras su salida con su incorporación a comunidades terapéuticas, los Cedex o centros de día.

En estos momentos, se benefician de este programa 188 internos de los centros de Badajoz (85) y Cáceres (103). Además, hay otro centenar de reclusos que están en lista de espera para incorporarse al proyecto.

Para poder dar respuesta a la demanda, está previsto que el próximo año se incremente el personal. Ahora, en cada prisión trabajan dos psicólogos, dos trabajadores sociales y un terapeuta de Cruz Roja, además de un psicólogo, un trabajador social y una educadora de la propia institución penitenciaria.

Aunque por la duración de los tres itinerarios terapéuticos en los que se divide el programa --entre 7 y 12 meses cada uno-- aún es pronto para evaluar los resultados, la consejera de Sanidad, María Jesús Mejuto, se mostró ayer satisfecha y destacó el incremento de la población reclusa que solicita de forma voluntaria participar en el programa desde su puesta en marcha a mediados del 2007. Así, frente a los 273 presos que fueron atendidos en el 2008, este año ya se ha superado esa cifra llegando a los 352 desde enero (206 en Badajoz y 146 en Cáceres).

Mejuto visitó ayer la prisión de Badajoz, junto a la subdelegada del Gobierno, Yolanda García, el vicepresidente de Cruz Roja, Adolfo Ledesma, el director del centro, Carmelo Charfolé, y el coordinador técnico de Drogodependencias, Quintín Montero.