La Archidiócesis de Mérida-Badajoz atendió en el 2017 a 37.732 personas en sus 34 centros sociales y asistenciales, 16.905 a través de Cáritas. Así se desprende de la primera memoria editada por la archidiócesis que recoge la actividad de la Iglesia diocesana el pasado año con datos que reflejan la acción evangelizadora, celebrativa, pastoral, educativa, asistencial, cooperación internacional y cultural, junto a otros económicos con los ingresos, gastos, su procedencia y destino.

Unos datos que plasma la guía de la que se han editado 38.000 ejemplares para repartirlos en las parroquias concidiendo con el Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra este domingo, y que el arzobispo, Celso Morga, presentó ayer a la prensa, acompañado del ecónomo de la diócesis, Julián Peña; el delegado episcopal de Medios de Comunicación, Juan José Montes, y el secretario canciller de la diócesis, Carlos Torres.

Montes detalló que el apartado de actividad caritativa-social refleja que 1.188 mujeres fueron atendidas en centros para la promoción de la mujer o atención de víctimas de violencia, 1.233 inmigrantes recibieron ayudas, 783 personas fueron atendidas para el tratamiento de las drogodependencias y sin hogar y 225 comieron cada día en comedores sociales. Además de los 2.200 catequistas, más de 2.000 voluntarios dedican su tiempo a proyectos de Cáritas, Manos Unidas, la prisión de Badajoz o los hospitales y, en el ámbito educativo, existen 26 centros católicos, la mayor parte de congregaciones religiosas, en los que estudian 14.385 alumnos y ahorran a la administración regional más de 46 millones de euros anualmente.

En cuanto a los datos económicos, los ingresos del pasado año ascendieron a 11,9 millones de euros. El 57% procedía de aportaciones directas de los fieles a través de las colectas, cuotas o donativos parroquiales, el 30% de la asignación tributaria, el 11% de subvenciones a actividades concretas como los programas de Cáritas y el 0,80% de ingresos de patrimonio y otras actividades.

Los gastos están cuadrados y ascendieron a 11,8 millones, de los que el 37% son retribuciones al clero y el personal seglar, el 28% para actividad asistencial, el 21% para acciones pastorales y el 12% para la conservación de edificios y gastos de funcionamiento. En cuanto a la retribución de los sacerdotes, el sueldo bruto está entre 1.000 y 1.200 euros (incluido el del arzobispo). En esta archidiócesis se ponen en común todos los ingresos y se reparten según las necesidades.