Julio Gordo Ramos le hizo ayer a su mujer una pregunta: ¿me permites permanecer a tu lado el resto de tu vida?. Y Nieves López respondió que sí. Hace 50 años le dio la misma contestación y ahí siguen, casados. Ayer, Julio y Nieves celebraron junto a otros 14 matrimonios sus bodas de oro, y lo hicieron en un acto conjunto y muy emotivo, organizado por primera vez por la Concejalía de Mayores del Ayuntamiento de Badajoz. Estas quince parejas, todos ellos socios de los centros de mayores, se casaron en 1957 y ayer rememoraron su historia en las Casas Consistoriales, en la plaza Alta, ante un nutrido público formado por familiares de tres generaciones.

Diego Pereira y Dolores Remedios, Benigno Romero y Catalina Pérez, José Remedios y María Luisa Tobías, Julio Gordo y Nieves López, José Barros y María del Carmen García, Pedro González y Ramona Fernández, Domingo Núñez y Manuela Rodríguez, Indalecio García y María Moreno, José Duarte y Adela González, Angel Sánchez y Natividad Forero, Salvador Barroso y Josefina Dávila, Manuel Salas y Filomena Méndez, Francisco Blanco y Juana Bola, Juan Vidigal y Purificación González y José Manuel Arroyo y Dolores Peinado. Todos ellos acudieron puntualmente, vestidos con traje de padrinos, ellas de peluquería y ellos --casi todos-- con flores en la solapa. Nada más llegar a ellas les regalaron un ramo de flores (margaritas y lilium) y cada pareja fue entrando mientras las iban nombrando en el salón de actos, de una en una, hasta ocupar su sitio, en un paseo que bien podía recordarles el que los condujo hace medio siglo a su promesa de formar una familia. La música de Il Divo completaba el ambiente.

No les iban a faltar momentos emotivos. En ausencia del alcalde, estuvieron la concejala de Mayores, Rosario Gómez de la Peña, y el de Urbanismo, Celestino Rodolfo, además de otros ediles socialistas y la exconcejala de Mayores, Cristina Herrera. Uno de los homenajeados, Salvador Barroso, expresó en alto su deseo de que todos los años, el 20 de octubre, vuelvan a juntarse estos quince matrimonios. Uno a uno fueron saliendo para recibir como recuerdo una escultura, y un DVD que recoge fotos antiguas de cuando estas parejas contrajeron matrimonio, que han sido recopiladas entre sus hijos, sin que los padres se llegasen a enterar. Un album que ahora podrán completar con las fotografías que se hicieron ayer.