En torno a 700 personas se concentraron la mañana de ayer en la zona de El Pico, en el Guadiana, para exigir la «recuperación integral del río» con la retirada de las plantas invasoras camalote y nenúfar mexicano y el tratamiento de los residuos contaminantes. Además de que «se depuren responsabilidades por el estado actual del río, pues no puede haber impunidad». También exigieron transparencia, tanto en las partidas presupuestarias destinadas a esta lucha, con efecto retroactivo, como la justificación de las empresas adjudicatarias y las investigaciones realizadas con dinero público, Así lo manifestó Corín Martínez, de la Asociación Salvemos el Guadiana, que leyó un manifiesto como portavoz de los 53 colectivos convocantes.

Reclamaron, así mismo, la regulación de la precaria situación de muchos trabajadores subrogados y de nuevas contrataciones por parte de Tragsa.

Los manifestantes fueron llegando a la isla desde las 9.00 horas y muchos permanecieron en ella hasta la una de la tarde, participando en debates, reconocimiento de la zona y de los montones de plantas ya extraídas del agua que se acumulan en ese paraje. La concentración transcurrió en la parte más visible de El Pico desde las carreteras de Cáceres, de Circunvalación y el puente de la Autonomía, donde colgaron un gran lazo verde 30 metros, cuyas puntas introdujeron en el agua grupos de piragüistas.

Entre los manifestantes se encontraban el alcalde de la ciudad, Francisco Javier Fragoso; el concejal de Infraestructuras, Jesús Coslado; o el portavoz del grupo municipal socialista, Ricardo Cabezas, que como otros muchos lucían lazos vedes, convertidos en símbolo de la lucha por la recuperación del Guadiana.

La coordinadora de los 53 colectivos, algunos de otras ciudades de la región, manifestó que «esperamos el mejor resultado del plan de choque, de emergencia», que se pondrá en marcha, si bien, denunciaron «la utilización como estrategia política, con meros fines electorales», que se ha hecho de este problema, «sin interiorizar realmente la responsabilidad y el compromiso que supone, quedándose en la mayoría de los casos en declaraciones de intenciones biensonantes que nunca llegan a materializarse».

Los grupos declararon que se acogen al convenio de Aarthus, que regula el acceso a la información y participación pública en materia medioambiental. Exigieron participar en todos los grupos de trabajo y que en los mismos estén «todas las administraciones que tienen, por mínima que sea, competencias sobre el Guadiana», dado que «en mayor o menor medida son responsables del estado del río». A la vez, solicitaron un mayor control y evaluación de los trabajos que se realicen a partir de ahora, exigiendo que sean eficaces y efectivos.

«Dicen que los extremeños no luchamos; aquí estamos movilizados por lo que queremos, y seguiremos con manifestaciones ante las distintas instituciones cada 15 días», dijo Martínez.