Más el 80% de los habitantes de Badajoz están expuestos a diario a niveles medios de ruidos superiores a los 60 decibelios. Según el mapa sonoro confeccionado por el laboratorio de acústica del departamento de Física de la Escuela Politécnica de la Universidad de Extremadura (a partir de la simulación informática de la ciudad y mediante la aplicación de métodos matemáticos predictivos), del que se han excluido los barrios periféricos y los núcleos urbanos secundarios alejados, hay 97.597 pacenses que viven en zonas con índices de ruido por encima de los aceptables, en base a la normativa de la Junta de Extremadura. Si el límite se marca en 65, considerado intolerable, afectaría a 59.576 pacenses, que representan el 50% de la población de la ciudad (120.000 en el núcleo urbano principal).

La medida que se ha utilizado es una media de los valores de ruido del día, tarde y noche. También se han calculado los niveles nocturnos, y en este caso, los valores bajan mucho, aunque hay 12.547 pacenses que soportan más de 60 decibelios en horario nocturno y 1.759 por encima de los 65 decibelios; menos del 20% de la población está sometida por la noche a valores inferiores a 50 decibelios.

El criterio a la hora de valorar cuáles son los límites soportables varía. El límite de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) está en 65 decibelios por el día. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), en cambio, el límite está en 55, mientras que para la normativa de la Junta de Extremadura, se considera intolerable a partir de 66 decibelios; entre 63 y 66 sería muy ruidoso y el límite aceptable para el día en una calle comercial residencial estaría en 60 decibelios.

El grupo de investigación ha conseguido con este mapa una catalogación de las calles de Badajoz en cuanto a sus niveles de ruido, teniendo en consideración como única fuente sonora el tráfico rodado. Los datos obtenidos se han comprobado con mediciones in situ que han demostrado que el modelo arroja resultados bastantes similares a los reales. Como ejemplos de calles ruidosas están la avenida Juan Pereda Pila, donde se han medido 74,7 decibelios a través de este programa (in situ han sido 73,9); en Fernando Calzadilla, el ruido medio se eleva a 70,5 decibelios, también muy por encima de los valores aceptables; baja un poco en Santa Marina, donde está en 68,4 decibelios y en la céntrica calle Obispo, 64,4.

POR LEY Este estudio se ha realizado entre el 2004 y el 2006. Se han tenido que construir todas las calles por ordenador y calcular las fuentes de ruidos. Según la normativa europea y la Ley de Ruidos española, las ciudades que superen 100.000 habitantes antes del 2012 deben elaborar su mapa estratégico de ruido, donde se distribuya el ruido atendiendo a distintos horarios (día, tarde y noche) , la población afectada (mapas de conflicto) e incluso proyectar soluciones, como la aplicación de barreras, reordenación del tráfico, pasos subterráneos o cambios en el tipo de asfalto.

El profesor Juan Antonio Méndez, que pertenece al grupo de trabajo, señala que que en general, no solo Badajoz, las ciudades españolas son ruidosas, principalmente debido al tráfico, que se extiende por toda la urbe. El volumen de vehículos se ha incrementado muchísimo en los últimos años y aunque ha mejorado la tecnología para reducir la emisión de ruidos por los coches, se ha visto compensado con el crecimiento explosivo del parque automovilístico. Además, la ciudad es ruidosa puntualmente por actividades como la movida que se localiza algunas horas y puntos específicos.