La sede de la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos, en Roma, ha acogido la fase vaticana de la canonización de Tomás Carmona Gómez, sacerdote diocesano y los compañeros martirizados en la diócesis pacense durante la guerra civil.

Esta es la última etapa del proceso, que aún puede demorarse varios años hasta culminar, según informó ayer el Arzobispado de Mérida-Badajoz. Al acto de apertura de las cajas que contienen la documentación recogida durante la fase diocesana, que se clausuró el pasado 2 de octubre, asistió el arzobispo, Santiago García Aracil, que estuvo acompañado del postulador de la causa en su fase vaticana, Miguel Huguet Ameller, quien trabajará desde ahora en el informe que se presentará al tribunal encargado de dictaminar sobre la canonización. Asimismo, estuvieron presentes el vicario general, Sebastián González, y la delegada Episcopal para las Causas de los Santos, María Jesús Grajera.

Con este, el arzobispado tiene abiertos en Roma tres procesos de canonización con los de Luis Zambrano y el Padre Rafael, en curso desde hace años.