Pese a la crisis y los ajustes económicos todavía quedan colectivos privados que donan parte de su presupuesto a ayudar a los más necesitados, como es el caso del Colegio Provincial de Abogados, que desde hace diez años destina el 0,7% de los ingresos de las cuotas de sus 1.500 colegiados a proyectos que desarrollan distintas oenegés dentro o fuera de la región.

Este año la partida que correspondía a este fin era de 6.000 euros, de los que 4.500 entregó ayer el decano del colegio, Luis Márquez, al director de Cáritas, José María Vega, para que gestione el reparto de estos fondos.

No obstante, la partida es finalista, ya que la junta de gobierno de esta entidad profesional acordó destinar la mitad (2.250 euros) a los comedores sociales de la provincia de Badajoz y la otra mitad a ayudar a Haití, "que después del terremoto está sufriendo los efectos del cólera", según Márquez.

Además prevé destinar los otros 1.500 euros restantes a una guardería situada en Perú, "que se ocupa de atender a niños menores de 3 años de una zona muy deprimida de Perú para que sus madres puedan salir a trabajar", explicó el decano.

Sin embargo, este dinero está aún "en el aire", según reconoció, puesto que se utilizó para financiar la actividad del Observatorio de los Derechos Humanos del colegio, que envió observadores a los juicios que se celebran en Marruecos contra saharauis, y esperan recuperarlo a través de una subvención solicitada a la Junta de Extremadura, según Luis Márquez.

Por su parte, José María Vega agradeció al Colegio de Abogados la confianza depositada en Cáritas y destacó la sensibilidad de los colectivos privados.

También recordó que Cáritas está atendiendo unas necesidades "muy básicas" porque han sido muchas las personas que "han bajado a umbrales de pobreza y recurren a Cáritas". Esta oenegé, según dijo, ha enviado desde la diócesis más de 600.000 euros a Haití.