La Audiencia Provincial de Badajoz ha absuelto a un hombre acusado de abuso sexual de una joven que no se presentó a declarar en el juicio ninguna de las tres veces que fue citada y por lo que hubo que suspender la vista las dos primeras veces. Finalmente, el juicio se ha llevado a cabo con ella ausente.

El abogado de la defensa, José María Píriz, ya planteó en el juicio que la presencia de la víctima era necesaria para ratificar su acusación y que, de no ser así, se debía absolver a su representado.

Los hechos tuvieron lugar en una cuadra semiderrumbada sita en un descampado a la altura del número 30 de la carretera de Campomayor, en la calle Viriato, de esta ciudad. Según el fiscal, en este "lugar se encontraba con la mujer" y el acusado "cerró la puerta con un candado para después decirle que o follamos por las buenas o por las malas", para, acto seguido, "empujarla hacia el interior del inmueble, y dado el rechazo de ella a sus pretensiones sexuales, ocasionar un violento enfrentamiento físico entre ambos", en el que el agresor "amenazó con axfisiarla, azuzó a unos perros para que la atacaran y le provocó múltiples contusiones".

Siempre siguiendo el relato del atestado reflejado en el escrito de acusación del ministerio público, la mujer luchó y "rechazó físicamente a su atacante, arañándole con un llavero en la cara y el cuello para, finalmente, ante la extrema violencia del mismo, ceder en la resistencia mantenida; procediendo entonces el encausado, después de quitarle los pantalones y las bragas, a penetrarla vaginalmente, eyaculando mientras ella se encontraba de pie y de espaldas a su agresor".

LESIONES

Como consecuencia «del violento incidente descrito, la víctima presentó lesiones consistentes en contusiones esquimóticas y erosiones varias en región dorsal derecha baja, en región lumbar, costado izquierdo, erosiones en dorso del brazo y antebrazo derecho, contusión eritematosa en la rodilla izquierda, excoriación en la mano izquierda, contusiones en antebrazo izquierdo y hematoma en dorso del antebrazo izquierdo», según consta en el escrito referido.

A su vez, el acusado, fue atendido en Urgencias del Hospital Perpetuo Socorro de «dos lesiones excoriadas y contusas en lateral izquierdo, un arañazo en la región pectoral izquierda y lesión eritematosa y excoriada en hemiabdomen izquierdo; dos lesiones en bícep izquierdo, dos arañazos en antebrazo izquierdo, una lesión en la muñeca izquierda y un arañazo en el antebrazo derecho».

Señala también el fiscal que el procesado padece una discapacidad mental de carácter moderada, lo que limita, que no anula, sus capacidades mentales cognitivas y presenta una personalidad impulsiva y punitiva con tendencia a actos intensos y vehementes, lo que también altera, que no anula, su capacidad volitiva. Así mismo, está «diagnosticado de epilepsia, no teniendo nada que ver este padecimiento con los hechos acontecidos».

La Fiscalía pedía 5 años de cárcel y también 7 años de prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros y de comunicarse con ella por cualquier medio, además de 6 años de libertad vigilada una vez cumplida la pena de prisión.