Una abuela remata la túnica de nazareno que lleva puesta su nieto para que procesione impecable. Otra le aprieta los cordones de los patines a su nieta antes de salir a la pista en clase de patinaje. Una tercera cambia el pañal al bebé recién nacido y una cuarta le ofrece el biberón al pequeño mientras el mayor la observa con cariño. Son algunos de los retratos de la labor tan imprescindible que ejercen las abuelas en la conciliación familiar al hacerse cargo del cuidado de sus nietos. Su esfuerzo y fortaleza protagonizan una exposición de fotografías en blanco y negro, realizadas por Mari Paz Romero Correa, que desde ayer se muestran en el patio de columnas de la Diputación de Badajoz, con el título Abuelas en movimiento. Instinto vital.

Se trata de una iniciativa de la Asociación de Mujeres Progresistas Felisa Tanco de Jerez de los Caballeros y las 44 mujeres retratadas son jerezanas. Muchas de ellas estuvieron ayer en Badajoz para ser testigos de la gira de esta exposición, que comenzó en Jerez, sigue en Badajoz y continuará en Mérida, Villafranca y Cáceres.

Allí estaba María Saavedra que, con 91 años, tiene ocho hijas, 21 nietos y 17 bisnietos (a punto de tener el 18). «He cuidado lo que he podido de mis nietos, los he recibido siempre en mi casa y todavía de vez en cuando hay una tortilla de patatas», resumía. La fotografía de María Saavedra es la portada del díptico de la exposición. En ella aparece subida en una Vespa clásica de uno de sus yernos, con cuatro de sus bisnietos en el sidecar. «Soy feliz porque tengo una familia maravillosa», repetía.

La presidenta de la asociación de mujeres, Josefa Caraballo, explicó que esta exposición surgió para poner en valor el trabajo y la labor «que desarrollamos las abuelas, porque si no fuera por nosotras muchos hijos no podrían acceder al mercado laboral». Caraballo destacó también la aportación económica que el trabajo de las abuela representa. En su opinión, el sacrificio de estas mujeres no siempre se reconoce, «y tampoco deberíamos abusar mucho de ellas, hay que colaborar hasta cierto punto, no podemos ser esclavas después de haber criado a nuestros hijos». Para la alcaldesa de Jerez, Virginia Borrallo, esta exposición «muestra lo importante que son nuestras abuelas».