Los vecinos que viven en la zona del viejo campo de fútbol y en las calles aledañas sufren a diario las consecuencias del mal estado en que se encuentran los accesos cercanos a la avenida de Manuel Saavedra Martínez, con baches que más parecen auténticos socavones, y una calzada que se convierte en un barrizal cuando llueve, con el consiguiente peligro para los ciudadanos de a pie y los que circulan a dos ruedas. En algunos tramos el paso es imposible.