Estamos intentando levantar el vuelo, pero va muy despacio y costará un tiempo volver a lo de antes». Así describe Luis Giraldo, presidente de la Asociación de Radio-Taxi en Badajoz, la situación por la que atraviesa el sector, que ve sus ingresos reducidos en un 50% con respecto a antes de la crisis sanitaria. «La gente no tiene miedo del coronavirus, tiene miedo a la crisis económica», dice para explicar el motivo de la disminución de la actividad, pese a que ya no hay restricciones de circulación y movilidad.

Durante el confinamiento, con solo la mitad de la flota en la calle (hay 143 licencias), su facturación llegó a caer a un 25% con respecto a lo habitual, pero desde el 21 de junio los taxistas pacenses han vuelto a establecer el turno de trabajo normal (con 30 coches de descanso cada día), por lo que son más vehículos en las calles para repartirse los servicios.

La mayoría ha recibido las ayudas destinadas a los autónomos, pero la situación no ha sido fácil. El presidente de los taxistas cree que debido a la elevada inversión en las licencias y el vehículo, además de por las dificultades que existen en estos momentos para transferirlas, muchos compañeros no se han planteado abandonar el taxi, aunque reconoce que «más de uno» podría hacerlo «si esto se prolonga durante mucho tiempo».

Además del descenso generalizado de su actividad durante y después del estado de alarma, los taxistas han perdido una de las citas que mayor facturación supone para ellos en todo el año: la feria de San Juan. «Esa es nuestra paga extra, como la Navidad», reconoció Giraldo.

El presidente de Radio-Taxi lamentó que el colectivo no haya recibido ninguna ayuda, a pesar de ser un servicio público y tener consideración de esencial, salvo las mil mascarillas que le entregó el Ayuntamiento de Badajoz a través de la policía local. «Fue de rebote y tocábamos a siete mascarillas por taxi, que además eran para los clientes. De risa», criticó. Según dijo, en otras ciudades sí se ha distribuido un número mayor de mascarillas entre las asociaciones de taxistas y también se han concedido ayudas desde las administraciones regionales para la instalación de mamparas de protección en los vehículos, «pero aquí tampoco», reprochó Giraldo.

En Badajoz, unos 40 taxis han instalado estos sistemas de protección de metacrilato, que separan los asientos delanteros de los traseros, asumiendo ellos de manera íntegra su coste.

Cambio de parada

El presidente de los taxistas también mostró la disconformidad del colectivo con la decisión del ayuntamiento de cambiar la parada de la plaza de Reyes Católicos (junto a Puerta de Palmas) a una pequeña plazoleta que sirve de aparcamiento tras la parada del autobus, «mucho menos visible». El motivo del traslado, según dijo, es que un restaurante va a instalar veladores en la acera, pero Giraldo no entiende porque «prevalece» el interés del establecimiento frente al de los taxistas.