La construcción de viviendas por el Plan 60.000 en el campo de golf parece que no tiene vuelta atrás, a no ser que el alcalde Badajoz logre convencer al presidente de la Junta en su próximo encuentro. Sin embargo, la presencia de más de 2.500 personas en el Meiac, para asistir a un acto informativo sobre la oferta de pisos baratos de la Junta, y que colapsaron las salas, jardines y el entorno del museo, parece haber producido algún afecto.

Al día siguiente, el ayuntamiento anunció una visita del alcalde a uno de los terrenos donde se prevén hacer viviendas protegidas con un cupo del 40% al precio de 60.000 euros --el otro es el de La Pilara, en la N-V--, paralizados por la Junta. En esa visita, Celdrán propuso a instó a Ibarra a dialogar sobre la disponibilidad de suelo, pero siempre dentro de la ciudad, para construir las viviendas prometidas por la Junta. La respuesta fue inmediata, de aceptación y bienvenida en caso de que se produjera alguna cesión, si bien aclarando que, en todo caso, serán para sumar al proyecto en marcha. En todo caso, pasar de la descalificación al diálogo es un paso. La colaboración institucional siempre será más fértil que la confrontación permanente.