La fiscalía elevó ayer de 47 a 50 años de prisión la petición de pena para el hombre de 52 años acusado de agredir sexualmente a la mayor de sus hijas, abusar de la menor y encerrarlas atadas una noche junto a su mujer. Por todo lo ocurrido, el fiscal entendía que había cometido un delito continuado de agresión sexual con penetración (a la hija mayor, desde que tenía 15 años hasta los 29), otro delito de abusos sexuales con penetración, tres detenciones ilegales, un delito de malos tratos habituales y tres delitos de amenazas y coacciones. La fiscalía solicitó además expresamente ante el tribunal que el acusado no pueda salir de la cárcel hasta que cumpla la mitad de la condena.

Ayer quedó visto para sentencia el juicio que se celebra desde la semana pasada en la Audiencia Provincial de Badajoz. Tras testificar la médico forense, todas las partes manifestaron las conclusiones definitivas, en las que el Ministerio Fiscal añadió tres años más por los tres delitos de detención ilegal, cuya pena incrementó de 5 a 6 años por el agravante de parentesco. La acusación particular, representada por la letrada Raquel Delgado, se adhirió a las conclusiones de la fiscalía y pidió además una indemnización total de 88.000 euros para las presuntas víctimas. La defensa, por su parte, insistió en la libre absolución.

Al terminar la vista oral, el acusado, que permanece en prisión preventiva, manifestó que nunca ha querido hacer daño a sus hijas e insistió en que era él el que se sentía «coaccionado» por ellas, pues ya en la primera sesión del juicio sostuvo que las relaciones sexuales eran consentidas por sus hijas. Los hechos juzgados fueron denunciado en septiembre del 2017.