Ni disparó, ni tiene armas ni se encontraba en el lugar de los hechos cuando sucedieron. Es lo que ayer declaró el joven acusado de disparar a otro con una escopeta y herirlo de gravedad en septiembre del 2018 en el Cerro de Reyes. Ayer comenzó en la Audiencia Provincial de Badajoz el juicio por tentativa de homicidio contra Alexander S. F., para el que la fiscalía solicita 10 años de prisión, la acusación particular, 10 años y 11 meses y la defensa, la absolución.

Los hechos que se juzgan sucedieron pasadas las seis de la madrugada del 18 de septiembre de hace dos años en la calle Rigoberta Menchú. Esa noche el hermano menor del encausado y dos hermanos vecinos se habían peleado mientras estaban de copas, resultando herido el primero. Esto provocó un enfrentamiento entre las dos familias, cuyas viviendas solo separan un par de portales, que acabó con daños en los vehículos de ambas y la madre de Alexander con lesiones. Los dos hermanos llamaron entonces a unos amigos para que fueran a su casa porque había «movida» y pasadas unas horas, estos últimos pidieron a otros dos amigos con los que antes habían estado celebrando un cumpleaños en una discoteca, uno de ellos la víctima, que fueran a buscarlos en coche a casa de los dos hermanos. Cuando estaban en la puerta del domicilio, empezaron a recibir disparos de escopeta.

La víctima recibió impactos en el tórax y el abdomen y pasó tres días en la UCI. También resultaron heridos el amigo que lo acompañaba, que está previsto que testifique hoy, uno de los dos hermanos implicados en las reyertas, y uno de los amigos que había acudido a su casa, todos con lesiones leves en piernas y brazos.

La víctima reconoció en la sesión de ayer a Alexander, al que no conocía antes el día de los hechos, como el autor de los disparos. Según su testimonio, cuando se encontraban en la puerta del domicilio de los dos hermanos alguien gritó «viene Alex con un arma» y todos echaron a correr por las escaleras de acceso a la casa. «Al verlo, me quedé en shock, lo miré y no se me olvida su cara», declaró la víctima, que afirmó que el acusado «disparó a bulto» y que cómo él era el que subía en última posición fue al que alcanzó más de lleno. «Todo fue muy rápido» y, según contó, primero recibió un impacto en el costado derecho e inmediatamente después un segundo en el brazo.

El abogado de la defensa, ejercida por Fernando Cumbres, puso en duda que si no conocía de nada a Alexander afirmara con tanta «rotundidad» que fue él y señaló que no lo hizo cuando la policía le tomó declaración en el hospital, sino después cuando le mostraron fotografías de las redes sociales de su cliente. La víctima replicó que en ese momento estaba bajo los efectos de los medicamentos y aseguró que no tiene «la frialdad y la maldad de acusar a nadie si no estuviera seguro» y menos a una persona contra la que no tenía nada porque ni siquiera la conocía antes de esa noche.

También testificaron en la primera sesión del juicio, que está previsto que se prolongue hasta el jueves, los dos hermanos. Aunque según expusieron la fiscalía y la acusación particular, a cargo de Enrique González de Vallejo, tanto ante la policía como en su declaración en el Juzgado de Instrucción número 3 ambos comparecieron como perjudicados-investigados y señalaron a Alexander como autor de los disparos, ayer se retractaron de esos testimonios y afirmaron que no vieron quién disparó ni recordaban los sucedido pues habían consumido alcohol. La acusación planteó que si el cambio en sus versiones se debía a que habían recibido presiones, pero lo negaron, y dijeron que no querían «culpar» a una persona sin estar seguros «porque seguramente es inocente». Los dos ya habían renunciado antes a seguir con el procedimiento contra el acusado.

Otro de los testigos, un amigo común de los hermanos y la víctima, que se encontraba con ellos y no resultó herido, negó conocer a la persona que disparó y afirmó que no había visto al encausado en el lugar en el momento de los hechos.

La madre de Alexander, que también declaró en la primera jornada del juicio, explicó que cuando se produjeron los disparos estaba en el hospital y negó que en su casa hubiera armas. La mujer tampoco continuó en su día con su denuncia contra los hermanos por agredirla. Sí llegaron a un acuerdo de conformidad sobre los daños causados al coche de ésta, por el que a los hermanos se les condenó a 6 meses de multa a razón de 3 euros diarios.