El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció ayer que dos agentes trasladaron el día 23 a un recluso de la prisión de Badajoz que padece una tuberculosis "muy contagiosa" sin que les avisaran del riesgo que corrían. Por ello han tenido que hacerse la prueba del Mantoux y se ha desinfectado el vehículo en el que se hizo el traslado. Los agentes preguntaron en la prisión las causas del traslado y le manifestaron los funcionarios que no lo sabían, y el interno solo dijo que le dolía un brazo.

El preso, señaló el sindicato, estuvo en la sala de espera de Urgencias del Hospital Perpetuo Socorro con otras siete personas y cuando entró en la consulta, los médicos se pusieron unas mascarillas y ofrecieron dos a los agentes, preguntando por qué no las llevaban, pues el paciente padecía una tuberculosis muy contagiosa. Y les manifestaron que había sido una negligencia grave no haberles comunicado la enfermedad, pues en el informe de la prisión consta el diagnóstico.

El SUP lamenta que se produzcan estas situaciones, en las que se puede poner en "riesgo a los agentes, e incluso a los demás ciudadanos". El sindicato culpa a la Jefatura Superior de Policía, a Instituciones Penitenciarias y a la Delegación del Gobierno, "por la ausencia de colaboración e incapacidad de crear un protocolo de actuación para estas situaciones".

La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, por su parte, afirmó que "en ningún momento" hubo riesgo para los funcionarios, pues "la dolencia que padecía el interno no se contagiaba por vía aérea, sino solo por contacto más íntimo". Pereira se pronunció también al respecto tras acompañar al secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, en Mérida, informa Europa Press. E insistió en que el modo de realizar los traslados sanitarios de presos lo determinan los facultativos. Además, recordó que la prisión trabaja en un sistema de teleasistencia.