Adel Najjar, imán de Badajoz, ya está en España y espera estar hoy o mañana en Badajoz. Llegó la tarde-noche del pasado domingo al Aeropuerto de Barajas con su esposa y su hija, en un vuelo procedente de Egipto. Había permanecido en la ciudad Al Arish hasta embarcar con destino a Madrid, después de permanecer en Gaza casi diez meses, al mantener Israel cerrada la frontera del país vecino debido a recrudecimiento del conflicto palestino-israelí.

Najjar viajó a la franja palestina de Gaza antes de las navidades para visitar a su madre y a su familia, y se llevó una sorpresa cuando quiso volver, pues no le permitieron cruzar la frontera con Egipto, como cientos de personas más que quedaron retenidas. En este tiempo, reponsables políticos e instituciones han realizado gestiones discretas para que Najjar pudiera salir de Gaza. Desde la capital de España, Najjar, que se encuentra con una familia amiga, habló por teléfono con este diario.

--¿Cómo ha sido su regreso, qué ha sentido?

--Llegamos anoche a las doce a Badajoz desde Egipto; ahora estamos con unos amigos en Madrid y esperamos llegar mañana --por hoy-- a Badajoz. Mi sentimiento es de agradecimiento. Todo el mundo en Badajoz, en Extremadura, se ha interesado por nosotros, por nuestra situación y pienso que la semilla que hemos sembrado durante todos estos años ha comenzado a dar sus frutos.

--¿Qué sensación le produce estar de nuevo en España?

--Me sugiere una reflexión que tiene varios puntos. Allí tienes diferentes sensaciones. Una es que la situación en Gaza es muy difícil por el bloqueo. Otra, reconocer el apoyo de Badajoz y Extremadura, de instituciones, de vecinos, de partidos. Y que tenemos que defender estas relaciones, la convivencia y el respeto, trabajar más. Mi sentimiento es que Extremadura es también mi familia".

--¿Cómo han vivido este tiempo?

--El lado bueno, que lo ha habido, es que he podido estar con madre, con mis hermanos, con toda mi familia todo este tiempo y compartir la vida con ellos. Hay que tener en cuenta que yo llevo 30 años lejos de Gaza y nunca he pasado un tiempo tan largo con ellos como ahora.

--¿Y la situación allí?

--He tenido el honor de haber sufrido lo que sufren ellos, compartirlo durante este tiempo. Y me decían: habla de Gaza cuando salgas. Quiero que la gente no se olvide de Gaza por que yo haya salido, dejo atrás a dos millones de personas y hay que sacar y proteger a los niños y las mujeres del conflicto. Hay estudiantes que no pueden seguir sus estudios, mujeres separadas de sus maridos, padres que no pueden conocer a sus hijos, personas a las que se le muere un familiar y no pueden salir; cortes continuos de electricidad, "no se puede ver ni un partido de continuo". Es una situación muy complicada. Naciones Unidas debe hacer su papel; la comunidad internacional debe intervenir, solo para hacer cumplir las resoluciones de la ONU.