«No tengo palabras para describir mis sentimientos; solo puedo expresar agradecimiento, ilusión y emoción». Así se expresó ayer Adolfo Díaz-Ambrona (Badajoz, 1981), tras recibir la Medalla de Honor de la Cámara de Comercio de Badajoz, de la mano del presidente de la entidad, Mariano García, y de el de la Junta, Fernández Vara, en reconocimiento a su trayectoria, a la excelencia en el desempeño de sus funciones y a su labor como «embajador de Badajoz y de Extremadura».

Adolfo Díaz-Ambrona, abogado del Estado, que comenzó su trayectoria en Badajoz, expresó su agradecimiento, «porque es un sueño que la ciudad donde he nacido te reconozca lo que haces por ella». Mostró su confianza «en el talento» de esta tierra y en sus empresarios, «que crean riqueza y empleo». Para él, es «un placer y un privilegio trabajar por Badajoz, Extremadura y España».

Mariano García y el presidente de Cámara España, José Luis Bonet -online-, destacaron «su dedicación y colaboración con el empresariado», «el talento, el trabajo, su tenacidad y además es buena persona».

El presidente de la diputación, Miguel Ángel Gallardo, valoró «su talento» desplegado en el exterior, «siempre haciendo patria chica».

El alcalde, Francisco Javier Fragoso, agradeció «este reconocimiento porque la sociedad necesita buenos referentes», y defendió que «con el talento que tenemos en Badajoz y Extremadura, le espera un buen futuro a esta tierra».

Vara destacó el liderazgo de extremeños en grandes empresas privadas en Madrid, como un «pequeño lobby», en el que uno de los que «más se ha empeñado es Adolfo», dijo, y «del que saldrán cosas buenas». Afirmó que debido a la pandemia, «vienen tiempos difíciles pero apasionantes», que nunca antes se han producido «tantos cambios y tan profundos como los que vienen y en tan poco tiempo». Y puso como ejemplo «el esfuerzo de Europa al movilizar 750.000 millones, que se tienen que notar en el PIB y en el empleo, en los cambios profundos que hay que desarrollar, aunque se tendrían que hacer sí o sí, pues el covid lo único que hace es acelerarlos». Y concluyó que « ciertos debates no tocan ahora, sino agarrarse del brazo y mirar adelante».