Transcurrido un tiempo prudencial que permite asegurar que ha pasado la expectación inicial por la inauguración de las instalaciones, la elevada afluencia de usuarios pone de manifiesto que la nueva Biblioteca del Estado Bartolomé J. Gallardo en Badajoz convence a los pacenses, que acuden a las instalaciones reubicadas en La Paz para hacer uso de sus servicios con más asiduidad e interés que lo hacían en la avenida de Europa.

Según la directora, Carmen de la Carrera, no se podía hacer un balance hasta comprobar hasta qué punto influía la novedad y discernir a aquellos usuarios que solo acudían como curiosos y luego no volvían. Hoy en día, transcurridos más de cinco meses desde la apertura (se inauguró el 28 de enero), los datos reafirman que la afluencia de público "es masiva", así como los préstamos y el uso de otros tipos de servicios.

En los primeros cinco meses, según el contador de personas (que el primer mes falló bastante hasta que empezó a funcionar adecuadamente), han acudido a la biblioteca 57.630 personas. En la anterior, la media mensual era entre 800 y 1.000 personas, mientras que de estos datos captados ahora se desprende que la media en las nuevas instalaciones es de más de 11.000 usuarios, "con lo que se ha incrementado bastante". Otra cifra que refleja la actividad es que se han prestado 45.000 materiales, de los cuales casi 32.000 son de adultos y el resto corresponden a infantil. Respecto a los nuevos socios que ha ganado la biblioteca han sido 3.172 carnets nuevos, que suman más de 27.000 en total.

Aunque al principio había quien temía que al trasladarse la biblioteca del centro de la ciudad a una ubicación más apartada iba a redundar en una menor afluencia de usuarios, los malos augurios no se han cumplido. La directora sí reconoce que tal vez se han perdido como usuarios habituales las personas mayores que acudían a la hemeroteca y que vivían en el entorno "pero hemos ganado a los que viven por aquí". Para Carmen De la Carrera el problema "es el de siempre" y es que la Biblioteca del Estado tiene una única ubicación en todas las ciudades pero los sistemas bibliotecarios se completan con las bibliotecas de barrio, con los que colabora la del Estado, prestándoles lotes de libros para clubes de lectura, así como las universitarias y las escolares, que no acaban de funcionar. "La biblioteca pública está donde está y todo el mundo querría tenerla al lado de su casa, pero hay otras bibliotecas que pueden funcionar en la ciudad", deja caer.

Aunque la afluencia ha crecido mucho, también es cierto que en los meses de verano se reduce. Por un lado están los estudiantes, que no acuden. Pero que para la actividad de la Biblioteca del Estado apenas cuentan porque van a estudiar con sus apuntes y no participan ni en actividades ni en el préstamo de materiales. Además muchos usuarios dejan de acudir porque se van de vacaciones o las elevadas temperaturas invitan más a acudir a las piscinas. En julio y agosto el horario se ha ampliado por la mañana (desde las 8.00 hasta las 15.00 horas) y cierra por la tarde. A primera hora se nota mayor afluencia de público, hasta el mediodía.

De cara al próximo curso, continuarán con los clubes de lectura y los talleres literarios, las actividades infantiles y se pondrán en marcha nuevos proyectos.